OAXACA, Oax., Integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron hoy que son ocho los fallecidos en los choques con policías, y aseguraron que la lucha ya no es sólo del sector, sino "del pueblo" mexicano.
El coordinador de la Comisión Política de la sección XXII, Juan García, dijo en una rueda de prensa en Oaxaca que hay ocho muertos -dos más de los que recogen las cifras oficiales- en el enfrentamiento con fuerzas de seguridad federales y estatales el domingo en el municipio Asunción Nochixtlán.
Además, señaló que contabilizan 22 desaparecidos y 45 heridos, y que el gobierno se valió de infiltrados en su movimiento con el fin de justificar la represión.
Por eso, convocó a organizaciones defensoras de derechos humanos a estar atentos al desarrollo de los eventos en Oaxaca.
El líder magisterial también exigió la renuncia del gobernador del estado, Gabino Cué, y afirmó que el movimiento no se detendrá y responderá "de manera contundente, ordenada y pacífica" a los operativos implementados por fuerzas de seguridad pública.
Los maestros, acompañados por organizaciones políticas y sociales, realizaron una marcha en la capital del Estado en la que tuvieron el Zócalo como destino.
A su paso por las oficinas centrales del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) arrojaron piedras a las instalaciones y a los policías que resguardan el lugar.
Margarito Medina, integrante de la Comisión Política de la sección XXII, defendió que la protesta "ahora ya no es una lucha de la CNTE, es una lucha popular, porque se están uniendo agrupaciones, sindicatos, campesinos, amas de casa".
"Creemos que el pequeño fuego que había, el gobierno lo quiere apagar con gasolina", declaró Medina a un reducido grupo de medios, entre ellos EFE.
Everardo Hernández, del Comité Ejecutivo de la sección VII, del Estado de Chiapas, dijo que el gobierno ha aumentado la represión para que los compañeros que están indecisos "tengan miedo a entrarle a esta movilización".
En marcha, agreden
a policías estales
Durante la marcha en la capital del Estado, que llevaron a cabo este día los maestros de la Sección XXII de la CNTE, así como organizaciones sociales por el sangriento enfrentamiento registrado ayer en Asunción Nochixtlán, un grupo de gente que iba en la marcha agredió con cohetones a policías estatales que resguardan el plantel del IEEPO, resultando con quemaduras una mujer policía estatal.
Los manifestantes lanzaron piedras y cohetones hacia el interior de las oficinas centrales del Instituto Estatal de Educación Pública Oaxaca (IEEPO), sobre la carretera federal 190; el blanco de los proyectiles eran los elementos de la Policía Federal que resguardan el edificio, pero los antimotines contestaron con tres bombas de gas lacrimógeno que disolvieron a los rijosos encapuchados.
También denunció que durante los hechos violentos del domingo "las ambulancias solamente transportaban a federales" y que "al pueblo no lo quisieron subir", por lo que se tuvo que habilitar un centro médico al interior de una iglesia.
"Ahora Oaxaca es la que está poniendo los muertos, y aunque el gobierno esté negando que la policía estaba armada, tenemos evidencias", afirmó Medina, en relación a las fotografías que capturaron a elementos de seguridad portando artefactos de fuego.
El coordinador de la Comisión Política de la sección XXII, Juan García, dijo en una rueda de prensa en Oaxaca que hay ocho muertos -dos más de los que recogen las cifras oficiales- en el enfrentamiento con fuerzas de seguridad federales y estatales el domingo en el municipio Asunción Nochixtlán.
Además, señaló que contabilizan 22 desaparecidos y 45 heridos, y que el gobierno se valió de infiltrados en su movimiento con el fin de justificar la represión.
Por eso, convocó a organizaciones defensoras de derechos humanos a estar atentos al desarrollo de los eventos en Oaxaca.
El líder magisterial también exigió la renuncia del gobernador del estado, Gabino Cué, y afirmó que el movimiento no se detendrá y responderá "de manera contundente, ordenada y pacífica" a los operativos implementados por fuerzas de seguridad pública.
Los maestros, acompañados por organizaciones políticas y sociales, realizaron una marcha en la capital del Estado en la que tuvieron el Zócalo como destino.
A su paso por las oficinas centrales del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) arrojaron piedras a las instalaciones y a los policías que resguardan el lugar.
Margarito Medina, integrante de la Comisión Política de la sección XXII, defendió que la protesta "ahora ya no es una lucha de la CNTE, es una lucha popular, porque se están uniendo agrupaciones, sindicatos, campesinos, amas de casa".
"Creemos que el pequeño fuego que había, el gobierno lo quiere apagar con gasolina", declaró Medina a un reducido grupo de medios, entre ellos EFE.
Everardo Hernández, del Comité Ejecutivo de la sección VII, del Estado de Chiapas, dijo que el gobierno ha aumentado la represión para que los compañeros que están indecisos "tengan miedo a entrarle a esta movilización".
En marcha, agreden
a policías estales
Durante la marcha en la capital del Estado, que llevaron a cabo este día los maestros de la Sección XXII de la CNTE, así como organizaciones sociales por el sangriento enfrentamiento registrado ayer en Asunción Nochixtlán, un grupo de gente que iba en la marcha agredió con cohetones a policías estatales que resguardan el plantel del IEEPO, resultando con quemaduras una mujer policía estatal.
Los manifestantes lanzaron piedras y cohetones hacia el interior de las oficinas centrales del Instituto Estatal de Educación Pública Oaxaca (IEEPO), sobre la carretera federal 190; el blanco de los proyectiles eran los elementos de la Policía Federal que resguardan el edificio, pero los antimotines contestaron con tres bombas de gas lacrimógeno que disolvieron a los rijosos encapuchados.
También denunció que durante los hechos violentos del domingo "las ambulancias solamente transportaban a federales" y que "al pueblo no lo quisieron subir", por lo que se tuvo que habilitar un centro médico al interior de una iglesia.
"Ahora Oaxaca es la que está poniendo los muertos, y aunque el gobierno esté negando que la policía estaba armada, tenemos evidencias", afirmó Medina, en relación a las fotografías que capturaron a elementos de seguridad portando artefactos de fuego.
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