Por: Noel F. Alvarado
Con la intensión de ponderar a la mujer indígena de la Ciudad de México, la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) dio inicio al curso Bordando la tradición en la sastrería, para mujeres indígenas.
Evangelina Hernández Duarte, directora general de Equidad para los Pueblos y Comunidades de la Sederec, comentó que es una instrucción del Jefe de Gobierno de la CDMX, doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, apoyar a este sector de la población.
La servidora pública comentó que con este curso gratuito, que durará un año en la empresa Tarsa Ermenegildo Zegna, se busca que las mujeres de las comunidades indígenas de la Capital Social, que tienen conocimiento de costura se profesionalicen.
"La instrucción que nos dio la secretaria, Rosa Icela Rodríguez, es poner al alcance de todas las mujeres indígenas las herramientas necesarias para que, con base en su propio esfuerzo, logren el empoderamiento que deben tener, como en este caso con mujeres indígenas, lo cual es un compromiso de la #CapitalSocial", dijo.
Agradeció al director general de Tarsa Ermenegildo Zegna, Ettore Totta Zipel, por "abrir esta puerta al conocimiento y trabajo, del cual tenemos muchas ilusiones", y subrayó que este curso se logró concretar gracias a la coordinación de la Sederec con la empresa.
"Hasta hoy, la empresa ha trabajado con 200 jóvenes que no tenían un oficio y mucho menos una forma de obtener un empleo digno bien remunerado, y hoy es la oportunidad para que ustedes logren profesionalizarse y poder tener mayores ingresos, pero para ello se necesita de su compromiso, de que vendrán los martes, miércoles y jueves, de 14:30 a 17:00 horas durante un año pues sólo así lograrán, incluso, tener su propia empresa".
Refirió que todas tienen una creatividad nata desde su nacimiento, que la han desarrollado con base en esfuerzo, impulsadas por la necesidad, porque la economía de su familia depende de su trabajo.
Destacó la importancia de Tarsa Ermenegildo Zegna, empresa de corte internacional, la cual tiene un sentido de corresponsabilidad para con las ciudades que la recibe.
"La Sederec y esta empresa tienen el compromiso de ayudarlas, acompañarlas para que inicien y terminen este curso, el cual no sólo les servirá, sino lo disfrutarán. Ojalá que después ustedes le transmitan la información que recibirán aquí para reforzar su trabajo, a sus comunidades".
El grupo de 27 mujeres que toman el curso, pertenecen a las comunidades náhuatl, purépecha, triqui, otomí y mazahua, residen en las delegaciones Cuauhtémoc, Tlalpan, Venustiano Carranza y Azcapotzalco y tienen entre 15 y 68 años de edad.
Como parte del arranque de la capacitación, se les mostró un video sobre la historia de Tarsa Ermenegildo Zegnaf, y posteriormente dieron inicio a las tareas del primer día.
Alicia Corona, coordinadora del curso, les dio la bienvenida y les dijo que "La Escuelita", como suele llamársele, está al servicio de todas para que se profesionalicen en este oficio.
En tanto, la maestra María Isabel López Galindo, quien tiene las carreras de diseñadora de modas y sastrería, les mencionó que "estar aquí significa buscar su desarrollo, por eso trataré de enseñarles todo lo que sé de manera dinámica y fácil, y espero que ustedes en verdad asuman su compromiso y tengamos un excelente curso en el que todas se lleven el conocimiento necesario para graduar, transformar la ropa ya hecha, diseñar, manejar la maquinaria apta para trabajos de industria y cómo tejer a mano".
Al concluir la primera sesión, el buen ánimo de las "estudiantes" invadió el "salón" y Andriana Marcos, de 28 años, de la comunidad purépecha, aseguró que "estar en un curso como este es muy importante, por ello sí debemos tener una actitud de compromiso. Todas tenemos hijos y trabajos, pero si ya nos comprometimos a venir, ahora hay que hacer las cosas bien porque a final de cuentas, nos servirá a todas".
Por su parte, Martina Martínez, de 68 años, de la comunidad otomí, aseguró que "el curso representa una gran experiencia, pues aunque sé bordar y tejer aquí nos enseñarán a hacer un vestido de novia bonito, que tenga su bordado y eso me hace sentir muy orgullosa y agradecida por todo el apoyo que hemos recibido de la Sederec. Soy una persona de la tercera edad, pero aún quiero aprender".
Domitila Ambrosio del Pilar, de 37 años, de la comunidad náhuatl, reflexionó: "Es un paso muy importante para empezar a quitarnos de nuestra cabeza que no podemos, cuando con lo que ya hacemos, como dijo la maestra, es admirable, y esto nos ayudará a reafirmar los pequeños detalles, pues normalmente lo hacemos líricamente y ahora se será a conciencia y eso nos dará mayor realce a nuestro trabajo. El obstáculo más grande es nuestra cabeza, así que hay que empezar a disciplinarnos. Este curso es un gran paso para nosotras".
En tanto, Gloria Guerrero Juárez, de 39 años, de la comunidad otomí, comentó: "Quiero aprender algo más para darle fuerza a lo que me dedico y como será un curso gratuito, pues hay que aprovecharlo y así yo pueda enseñarle a las personas que ahora no saben".
Publicar un comentario