A BORDO DEL AVION PAPAL, 23 de marzo (OEM-Reuters).- El Papa Benedicto XVI dijo hoy -viernes- que es necesario "desenmascarar al mal" del narcotráfico en México, origen de la ola de violencia que vive el país y donde decenas de miles de personas han muerto en los últimos cinco años.
El Sumo Pontífice arribará en la tarde a México, el segundo país con más católicos después de Brasil, donde miles de fieles lo aguardan entusiastas en el central Estado de Guanajuato esperando una voz de aliento ante la brutal violencia que ha cobrado unas 50,000 vidas desde 2007.
"Debemos hacer todo lo que sea posible para combatir este destructivo mal que ataca la Humanidad y nuestra juventud", dijo el Papa a periodistas a bordo del avión que lo traslada desde Roma hasta Guanajuato.
"Es responsabilidad de la Iglesia educar conciencias, enseñar responsabilidad moral y desenmascarar al mal, desenmascarar esta idolatría por el dinero que esclaviza al hombre, desenmascarar las falsas promesas, las mentiras, el fraude que está detrás de las drogas", señaló.
El Papa se entrevistará mañana -sábado- con el Presidente Felipe Calderón, conservador y católico, en momentos en que su estrategia de combate a los poderosos cárteles de la droga está bajo serios cuestionamientos y a pocos meses de que los mexicanos elijan a quien lo sucederá a partir del 1o. de diciembre.
La industrial ciudad de León, famosa por fabricar zapatos, estaba llena de fotografías del Papa Benedicto XVI y miles de fieles se amontonaban en el recorrido de más de 38 kilómetros que hará desde su llegada, prevista para las 16.30 hora local (22:30 GMT) hasta el lugar donde pernoctará.
En parte del trayecto, jóvenes vestidos de blanco colocaron una gran manta de letras negras que dice "Papa, reza para que se acabe la violencia y regrese la paz".
En el centro de la ciudad, se ven caminando por las calles a muchas monjas y sacerdotes que han llegado desde otros lugares del país a esta región conocida como el Bajío.
"Yo sí estoy muy entusiasmada de que venga el Papa ahora que México está de cabeza, hay mucha violencia y mucha gente no tiene empleo", dijo Francisca Martínez, de 51 años, cuando salía de orar de una iglesia acompañada de una hija y sus nietas.
El Sumo Pontífice arribará en la tarde a México, el segundo país con más católicos después de Brasil, donde miles de fieles lo aguardan entusiastas en el central Estado de Guanajuato esperando una voz de aliento ante la brutal violencia que ha cobrado unas 50,000 vidas desde 2007.
"Debemos hacer todo lo que sea posible para combatir este destructivo mal que ataca la Humanidad y nuestra juventud", dijo el Papa a periodistas a bordo del avión que lo traslada desde Roma hasta Guanajuato.
"Es responsabilidad de la Iglesia educar conciencias, enseñar responsabilidad moral y desenmascarar al mal, desenmascarar esta idolatría por el dinero que esclaviza al hombre, desenmascarar las falsas promesas, las mentiras, el fraude que está detrás de las drogas", señaló.
El Papa se entrevistará mañana -sábado- con el Presidente Felipe Calderón, conservador y católico, en momentos en que su estrategia de combate a los poderosos cárteles de la droga está bajo serios cuestionamientos y a pocos meses de que los mexicanos elijan a quien lo sucederá a partir del 1o. de diciembre.
La industrial ciudad de León, famosa por fabricar zapatos, estaba llena de fotografías del Papa Benedicto XVI y miles de fieles se amontonaban en el recorrido de más de 38 kilómetros que hará desde su llegada, prevista para las 16.30 hora local (22:30 GMT) hasta el lugar donde pernoctará.
En parte del trayecto, jóvenes vestidos de blanco colocaron una gran manta de letras negras que dice "Papa, reza para que se acabe la violencia y regrese la paz".
En el centro de la ciudad, se ven caminando por las calles a muchas monjas y sacerdotes que han llegado desde otros lugares del país a esta región conocida como el Bajío.
"Yo sí estoy muy entusiasmada de que venga el Papa ahora que México está de cabeza, hay mucha violencia y mucha gente no tiene empleo", dijo Francisca Martínez, de 51 años, cuando salía de orar de una iglesia acompañada de una hija y sus nietas.
Publicar un comentario