Por: Mario Martínez, Enviado, LA PRENSA
SILAO, Gto., 23 de marzo.- Fue un recibimiento multitudinario, en donde la fe se desbordó; miles de personas acudieron a darle un caluroso recibimiento al Papa Benedicto XVI, al puro estilo mexicano.
La espera valió la pena, al filo de las 16:13 horas, el avión Papal, un Alitalia aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de Silao, localizado en el municipio de Silao.
Las porras, las frases, las pancartas se hicieron presentes, antes y después de la ceremonia de Bienvenida hacia el Sumo Pontífice, quien previamente descendió lentamente del Boing 777, bautizado como "Sestriere".
Luego de un viaje que tuvo una duración aproximada de 14 horas y más de 10,000 kilómetros, Benedicto XVI visita por primera vez México y se extenderá hasta el próximo lunes, día en que saldrá hacia La Habana, Cuba.
Al pie de la escalerilla aguardaron el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, quien en todo momento estuvo acompañado por su esposa Margarita Zavala, además del obispo de León, José Guadalupe Martín Rábago.
Luego de los saludos iniciales, el Papa Benedicto XVI y el Presidente Calderón se colocaron en una zona especialmente adornada con una alfombra roja y a unos metros de las autoridades políticas y religiosas.
Posteriormente, una vez en el Templete de Honor, en el que sólo estuvieron Margarita Zavala, Su Santidad, Benedicto XVI y el Presidente Calderón, fueron presentadas las comitivas, tanto del Jefe del Ejecutivo mexicano y del Sumo Pontífice.
Por parte de México, saludaron al Sumo Pontífice, las secretarias del Trabajo, Rosalinda Vélez; la canciller, Patricia Espinosa Cantellano; el Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruiz Mateos.
Así como el diputado perredista, José Acosta Naranjo, el senador, José González Morfín, el gobernador de la entidad, Juan Manuel Oliva y el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Salvador Aguirre Anguiano.
Luego de ello, una banda interpretó los himnos nacionales de México y del Vaticano y una vez de esto, ambos jefes de Estado tomaron la palabra para pronunciar sus respectivos discursos.
SILAO, Gto., 23 de marzo.- Fue un recibimiento multitudinario, en donde la fe se desbordó; miles de personas acudieron a darle un caluroso recibimiento al Papa Benedicto XVI, al puro estilo mexicano.
La espera valió la pena, al filo de las 16:13 horas, el avión Papal, un Alitalia aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de Silao, localizado en el municipio de Silao.
Las porras, las frases, las pancartas se hicieron presentes, antes y después de la ceremonia de Bienvenida hacia el Sumo Pontífice, quien previamente descendió lentamente del Boing 777, bautizado como "Sestriere".
Luego de un viaje que tuvo una duración aproximada de 14 horas y más de 10,000 kilómetros, Benedicto XVI visita por primera vez México y se extenderá hasta el próximo lunes, día en que saldrá hacia La Habana, Cuba.
Al pie de la escalerilla aguardaron el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, quien en todo momento estuvo acompañado por su esposa Margarita Zavala, además del obispo de León, José Guadalupe Martín Rábago.
Luego de los saludos iniciales, el Papa Benedicto XVI y el Presidente Calderón se colocaron en una zona especialmente adornada con una alfombra roja y a unos metros de las autoridades políticas y religiosas.
Posteriormente, una vez en el Templete de Honor, en el que sólo estuvieron Margarita Zavala, Su Santidad, Benedicto XVI y el Presidente Calderón, fueron presentadas las comitivas, tanto del Jefe del Ejecutivo mexicano y del Sumo Pontífice.
Por parte de México, saludaron al Sumo Pontífice, las secretarias del Trabajo, Rosalinda Vélez; la canciller, Patricia Espinosa Cantellano; el Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruiz Mateos.
Así como el diputado perredista, José Acosta Naranjo, el senador, José González Morfín, el gobernador de la entidad, Juan Manuel Oliva y el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Salvador Aguirre Anguiano.
Luego de ello, una banda interpretó los himnos nacionales de México y del Vaticano y una vez de esto, ambos jefes de Estado tomaron la palabra para pronunciar sus respectivos discursos.
Publicar un comentario