Alvaro Velázquez
TLALNEPANTLA, Méx., 30 de marzo.- Con brutales golpes en varias partes de su cuerpo, visibles huellas de tortura, amarrado de pies y manos y cubierto completamente del rostro con vendas, bolsas y cinta industrial, fue encontrado dentro de la cajuela de lujoso automóvil el cadáver de un hombre, de aproximadamente 35 años de edad.
A pesar de que la PGJEM guardó con mucho sigilo este nuevo hecho de violencia y sangre en el Estado de México y por todos los medios ocultó la información, LA PRENSA logró establecer que el cadáver de este sujeto, hasta el momento desconocido, fue encontrado dentro de la cajuela de un automóvil Volvo, tipo S-40, rojo, placas de circulación 562-XPB, que se encontró abandonado frente al número 12 de la calle de Melchor Ocampo, en la Colonia San Pedro Barrientos, en este municipio.
Tal vez porque dicho vehículo fue encontrado a unas cuantas cuadras de la Subprocuraduría de Justicia de Tlalnepantla, elementos de la Policía Ministerial se negaron a dar cualquier tipo de información y cuando tuvieron conocimiento del hallazgo de inmediato se trasladaron al lugar en compañía del agente del ministerio público y de peritos para levantar rápidamente el cadáver y evitar que los medios de comunicación se enteraran y se diera a conocer a la opinión pública este nuevo crimen.
Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, LA PRENSA siempre a la vanguardia de este tipo de información y con un solo compromiso y objetivo de mantener informados oportunamente a sus lectores, estableció que el ahora occiso estaba recostado boca abajo, dentro de la cajuela del Volvo, amarrado de pies y manos con cinta industrial gris, y el rostro completamente cubierto con vendas y bolsas de plástico, una anaranjada y la otra azul.
Presentaba visibles huellas de tortura, brutales golpes en varias partes de su cuerpo y según se dijo, al parecer murió asfixiado por las bolsas y las vendas que le cubrían el rostro y una toalla femenina que tenía dentro de la boca, que no le permitieron respirar adecuadamente.
Aunque las autoridades policiacas, en este caso la PGJEM, se mantuvieron en su posición de no dar ningún tipo de información, trascendió que al parecer este hombre fue víctima de una venganza de integrantes del crimen organizado en este caso de presuntos integrantes de la organización criminal conocida como "Los Zetas", pues en el tórax tenía una Z formada con cinta industrial gris.
Hasta el momento se desconoce la identidad del ahora occiso, de quien únicamente se dijo que era de aproximadamente 35 años de edad, 1.71 metros de estatura, tez morena, pelo negro lacio corto, frente amplia y que vestía un pantalón de mezclilla azul de la marca Tommy, cinturón café, tenis blancos de la marca Puma, un bóxer blanco y como seña particular presentaba una cicatriz quirúrgica en el estómago de aproximadamente 30 centímetros.
Es evidente que la PGJEM no puede ocultar todos los hechos de violencia que a diario se generan en la entidad mexiquense, por lo que se espera que la dependencia así como oculta o esconde información, de esa misma forma tenga la capacidad de dar buenas noticias a la ciudadanía y de aclarar crímenes como estos y de poner tras las rejas a los responsables.
TLALNEPANTLA, Méx., 30 de marzo.- Con brutales golpes en varias partes de su cuerpo, visibles huellas de tortura, amarrado de pies y manos y cubierto completamente del rostro con vendas, bolsas y cinta industrial, fue encontrado dentro de la cajuela de lujoso automóvil el cadáver de un hombre, de aproximadamente 35 años de edad.
A pesar de que la PGJEM guardó con mucho sigilo este nuevo hecho de violencia y sangre en el Estado de México y por todos los medios ocultó la información, LA PRENSA logró establecer que el cadáver de este sujeto, hasta el momento desconocido, fue encontrado dentro de la cajuela de un automóvil Volvo, tipo S-40, rojo, placas de circulación 562-XPB, que se encontró abandonado frente al número 12 de la calle de Melchor Ocampo, en la Colonia San Pedro Barrientos, en este municipio.
Tal vez porque dicho vehículo fue encontrado a unas cuantas cuadras de la Subprocuraduría de Justicia de Tlalnepantla, elementos de la Policía Ministerial se negaron a dar cualquier tipo de información y cuando tuvieron conocimiento del hallazgo de inmediato se trasladaron al lugar en compañía del agente del ministerio público y de peritos para levantar rápidamente el cadáver y evitar que los medios de comunicación se enteraran y se diera a conocer a la opinión pública este nuevo crimen.
Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, LA PRENSA siempre a la vanguardia de este tipo de información y con un solo compromiso y objetivo de mantener informados oportunamente a sus lectores, estableció que el ahora occiso estaba recostado boca abajo, dentro de la cajuela del Volvo, amarrado de pies y manos con cinta industrial gris, y el rostro completamente cubierto con vendas y bolsas de plástico, una anaranjada y la otra azul.
Presentaba visibles huellas de tortura, brutales golpes en varias partes de su cuerpo y según se dijo, al parecer murió asfixiado por las bolsas y las vendas que le cubrían el rostro y una toalla femenina que tenía dentro de la boca, que no le permitieron respirar adecuadamente.
Aunque las autoridades policiacas, en este caso la PGJEM, se mantuvieron en su posición de no dar ningún tipo de información, trascendió que al parecer este hombre fue víctima de una venganza de integrantes del crimen organizado en este caso de presuntos integrantes de la organización criminal conocida como "Los Zetas", pues en el tórax tenía una Z formada con cinta industrial gris.
Hasta el momento se desconoce la identidad del ahora occiso, de quien únicamente se dijo que era de aproximadamente 35 años de edad, 1.71 metros de estatura, tez morena, pelo negro lacio corto, frente amplia y que vestía un pantalón de mezclilla azul de la marca Tommy, cinturón café, tenis blancos de la marca Puma, un bóxer blanco y como seña particular presentaba una cicatriz quirúrgica en el estómago de aproximadamente 30 centímetros.
Es evidente que la PGJEM no puede ocultar todos los hechos de violencia que a diario se generan en la entidad mexiquense, por lo que se espera que la dependencia así como oculta o esconde información, de esa misma forma tenga la capacidad de dar buenas noticias a la ciudadanía y de aclarar crímenes como estos y de poner tras las rejas a los responsables.
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