Benedicto XVI formuló las críticas desde el altar de la Basílica de San Pedro, un hecho inusual, en su homilía del Jueves Santo, cuando los sacerdotes recuerdan los votos de castidad, pobreza y obediencia formulados durante su ordenación.
En 2006, un grupo de curas austriacos lanzó la Iniciativa Pfarrer, en alemán Iniciativa del Pastor, un llamamiento a la desobediencia para suprimir el celibato sacerdotal y dar acceso a la clerecía a las mujeres, dada la carestía de sacerdotes.
El pasado junio, los miembros del grupo amenazaron con provocar un cisma e indicaron que la negativa del Vaticano a escuchar sus quejas no les deja otro recurso que "seguir nuestras conciencias y actuar independientemente".
Los autores de la iniciativa permitirían a las parroquias oficiar la Eucaristía sin sacerdotes, dejarían predicar a las mujeres y prometieron hablar pública y frecuentemente a favor del sacerdocio femenino y el casamiento del clero.
El grupo dice contar ahora con más de 300 sacerdotes austriacos y diáconos en otros países, y su influencia ha aumentado hasta tal punto que el liderazgo del episcopado austriaco se reunió en enero con funcionarios del Vaticano para analizar cómo encarar la situación, según la prensa italiana.
Hasta ahora, ni el Vaticano ni el arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schoenborn, han impuesto penas canónicas al grupo.
En su homilía, Benedicto XVI señaló que los disidentes dicen estar motivados por su amor a la Iglesia, aunque sugirió que en realidad hacen solamente "un esfuerzo desesperado para realizar algo que cambia a la Iglesia según sus propias preferencias e ideas".
"Nos gustaría creer que los autores de estas conclusiones están motivados por el amor a la Iglesia, que están convencidos de que la lentitud de las instituciones tiene que ser superada con cambios dramáticos, a fin de abrir un nuevo sendero y modernizar la Iglesia", indicó el jerarca católico. "Empero, ¿es realmente la desobediencia la forma de lograrlo?".
Insistió que Jesús siempre siguió la verdadera obediencia para hacer la voluntad de Dios, no el "capricho humano".
El director de la iniciativa, el reverendo Hellmut Schueller, restó importancia a la severidad de la crítica de Benedicto XVI.
En entrevista telefónica, Schueller destacó que el Papa no prohibió lo que están haciendo los sacerdotes disidentes o lo que defienden.
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