Por: Patricia Carrasco, LA PRENSA
En la celebración de la Pasión del Señor, en donde se realizó la adoración de la cruz, se pidió orar por los jefes de Estado y responsables de asuntos públicos para que tomen decisiones que promuevan el bien común en un ambiente de paz y libertad.
Ayer en la Catedral Metropolitana, la Iglesia Católica, afirmó que el mal por profundo que sea ha sido vencido en el árbol de la cruz. "Miren el árbol de la cruz donde estuvo clavado Cristo, el Salvador del mundo".
La cruz será siempre el signo del tormento, del dolor y de los sufrimientos de Cristo; la cruz siempre deberá despertar en nosotros sentimientos de arrepentimiento y de compasión; desde la cruz siempre debemos escuchar al Crucificado que nos dice a nosotros los pecadores: "Pueblo mío, ¿qué mal te he causado, o en qué cosa te he ofendido?, agregó.
El arzobispo primado de México sostuvo que cuando el misterio de la cruz es reflexionado a la luz de la antigua tradición cristiana, no podemos detenernos solamente en el dolor y en la compasión.
Ante cientos de fieles católicos que abarrotaron la Catedral afirmó que en el árbol de la cruz despertará sentimientos de arrepentimiento y compasión y en donde la violencia, el odio y la venganza podrán ser vencidos a través del amor y el perdón.
Resaltó la importancia que debe tener la cruz. "Nuestra actitud en Viernes Santo debe ser de contemplación del dolor de Cristo, por lo que debemos dejarnos de penetrar e impresionar por la Pasión del Señor pero no podemos quedarnos ahí, si no buscar la realidad que se quiere expresar en la pasión, es decir el amor de Dios por nosotros.
"Cuando el misterio de la cruz es reflexionado a la luz de la antigua tradición cristiana, no podemos detenernos solamente en el dolor y en la compasión".
El arzobispo Primado de México manifestó que para las primeras generaciones cristianas, la cruz no era sólo "el leño de la cruz donde estuvo clavado Cristo", sino: "el leño sobre el cual Cristo reinó".
Así la Iglesia ha recogido la convicción de presentar la cruz gloriosa y esto lo ha traducido de muchas maneras en la liturgia, en la teología y en el arte. La cruz la vemos glorificada en metales preciosos y con piedras preciosas o la cruz florida en nuestra tradición mexicana.
Igualmente informó que los antiguos crucifijos no expresaban angustia o tragedia, sino calma, majestad y triunfo. El señorío de Cristo se revela en la resurrección ciertamente, pero se apoya en la cruz.
Insistió que la actitud de los creyentes, en Viernes Santo debe ser de contemplación del dolor de Cristo, dejarnos penetrar e impresionar por la pasión del Señor, pero no podemos quedarnos ahí.
El dolor es sólo el signo, debemos buscar la realidad que se quiere expresar en la pasión: es el amor de Dios por nosotros; "tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo"; es el amor de Cristo por nosotros: "nos amó, y por nuestro amor se entregó a la muerte, a una muerte de cruz", resaltó el jerarca católico.
Hoy es un día de esperanza, el mal, por profundo que sea, ha sido vencido en el árbol de la cruz. Que hoy brille en nosotros el misterio de la cruz.
Es ante la cruz en donde descubriremos la malicia del pecado y el grande amor que nos ha tenido Aquel que se entregó a la muerte y a una muerte de Cruz por nosotros. Sólo en la Cruz es donde la violencia, el odio y la venganza pueden ser vencidos por el amor y el perdón.
A Cristo le llegó la cruz, la amó y la supo cargar hasta el final. Ahí estaba su madre acompañándolo. A nosotros, tarde o temprano también nos llegará la cruz.
En la celebración de la Pasión del Señor, en donde se realizó la adoración de la cruz, se pidió orar por los jefes de Estado y responsables de asuntos públicos para que tomen decisiones que promuevan el bien común en un ambiente de paz y libertad.
Ayer en la Catedral Metropolitana, la Iglesia Católica, afirmó que el mal por profundo que sea ha sido vencido en el árbol de la cruz. "Miren el árbol de la cruz donde estuvo clavado Cristo, el Salvador del mundo".
La cruz será siempre el signo del tormento, del dolor y de los sufrimientos de Cristo; la cruz siempre deberá despertar en nosotros sentimientos de arrepentimiento y de compasión; desde la cruz siempre debemos escuchar al Crucificado que nos dice a nosotros los pecadores: "Pueblo mío, ¿qué mal te he causado, o en qué cosa te he ofendido?, agregó.
El arzobispo primado de México sostuvo que cuando el misterio de la cruz es reflexionado a la luz de la antigua tradición cristiana, no podemos detenernos solamente en el dolor y en la compasión.
Ante cientos de fieles católicos que abarrotaron la Catedral afirmó que en el árbol de la cruz despertará sentimientos de arrepentimiento y compasión y en donde la violencia, el odio y la venganza podrán ser vencidos a través del amor y el perdón.
Resaltó la importancia que debe tener la cruz. "Nuestra actitud en Viernes Santo debe ser de contemplación del dolor de Cristo, por lo que debemos dejarnos de penetrar e impresionar por la Pasión del Señor pero no podemos quedarnos ahí, si no buscar la realidad que se quiere expresar en la pasión, es decir el amor de Dios por nosotros.
"Cuando el misterio de la cruz es reflexionado a la luz de la antigua tradición cristiana, no podemos detenernos solamente en el dolor y en la compasión".
El arzobispo Primado de México manifestó que para las primeras generaciones cristianas, la cruz no era sólo "el leño de la cruz donde estuvo clavado Cristo", sino: "el leño sobre el cual Cristo reinó".
Así la Iglesia ha recogido la convicción de presentar la cruz gloriosa y esto lo ha traducido de muchas maneras en la liturgia, en la teología y en el arte. La cruz la vemos glorificada en metales preciosos y con piedras preciosas o la cruz florida en nuestra tradición mexicana.
Igualmente informó que los antiguos crucifijos no expresaban angustia o tragedia, sino calma, majestad y triunfo. El señorío de Cristo se revela en la resurrección ciertamente, pero se apoya en la cruz.
Insistió que la actitud de los creyentes, en Viernes Santo debe ser de contemplación del dolor de Cristo, dejarnos penetrar e impresionar por la pasión del Señor, pero no podemos quedarnos ahí.
El dolor es sólo el signo, debemos buscar la realidad que se quiere expresar en la pasión: es el amor de Dios por nosotros; "tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo"; es el amor de Cristo por nosotros: "nos amó, y por nuestro amor se entregó a la muerte, a una muerte de cruz", resaltó el jerarca católico.
Hoy es un día de esperanza, el mal, por profundo que sea, ha sido vencido en el árbol de la cruz. Que hoy brille en nosotros el misterio de la cruz.
Es ante la cruz en donde descubriremos la malicia del pecado y el grande amor que nos ha tenido Aquel que se entregó a la muerte y a una muerte de Cruz por nosotros. Sólo en la Cruz es donde la violencia, el odio y la venganza pueden ser vencidos por el amor y el perdón.
A Cristo le llegó la cruz, la amó y la supo cargar hasta el final. Ahí estaba su madre acompañándolo. A nosotros, tarde o temprano también nos llegará la cruz.
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