Por: Antonio de Marcelo
La ciudad de México quedó estrangulada ayer, cuando cientos de camioneros decidieron cerrar los accesos a todo tipo de vehículo, mientras una comisión de éstos se reunía con autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por lo que miles de personas que buscaban entrar a la capital quedaron varadas.
Al principio sólo habían cerrado algunos carriles, como ocurrió en la México-Puebla, donde bloquearon dos de los tres carriles hacia la ciudad de México.
En esta vialidad fueron dos trailers con caja seca de 47 pies los que cerraron a la altura el kilómetro 29, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, además que hicieron lo mismo con la que va a Texcoco, pues la intención era causar el mayor caos posible.
En otras, ya cansados por no tener respuesta a sus demandas, decidieron cerrar todos los carriles como lo hicieron en la México-Querétaro, donde a la altura del kilómetro 40 cerraron por completo.
El caos ya empezaba desde la mañana, pero a medida que fueron cerrando las carreteras, la gente empezó a desesperarse en las enormes filas de autos, pues las vías de comunicación se convirtieron en verdaderos estacionamientos, donde no quedó otra que apagar el motor y esperar pacientemente, pues no se había llegado al trabajo, a la escuela o a diversos compromisos.
Los camioneros, que atravesaron pesadas unidades también se colocaron estos camiones en la autopista México-Pachuca, aunque no por completo, pues dejaban pasar autos por un par de carriles, lo que no fue suficiente para los miles que cada día vienen al Distrito Federal a trabajar.
Cabe señalar que en algunos accesos únicamente dejaron pasar autos por un solo carril o el acotamiento, y debido a que todos los conductores buscaban ingresar y no pasaban uno a uno pues muy pocos pudieron entrar a esta capital del país.
Las filas que generó este cierre fueron de varios kilómetros, mientras los conductores daban claxonazos con recordatorios a las mamás de los traileros, que hicieron oídos sordos; en otros puntos hubo hasta violentos roces, pues algunos automovilistas -mujeres y hombres- bajaron de sus carros y los encararon.
"Son unos inconscientes" fue lo menos que escucharon pues en estos bloqueos la gente sólo quería pasar, mientras que los camioneros se mantuvieron firmes en sólo dejar pasar una fila de carros o de plano nada.
La ciudad de México quedó estrangulada ayer, cuando cientos de camioneros decidieron cerrar los accesos a todo tipo de vehículo, mientras una comisión de éstos se reunía con autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por lo que miles de personas que buscaban entrar a la capital quedaron varadas.
Al principio sólo habían cerrado algunos carriles, como ocurrió en la México-Puebla, donde bloquearon dos de los tres carriles hacia la ciudad de México.
En esta vialidad fueron dos trailers con caja seca de 47 pies los que cerraron a la altura el kilómetro 29, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, además que hicieron lo mismo con la que va a Texcoco, pues la intención era causar el mayor caos posible.
En otras, ya cansados por no tener respuesta a sus demandas, decidieron cerrar todos los carriles como lo hicieron en la México-Querétaro, donde a la altura del kilómetro 40 cerraron por completo.
El caos ya empezaba desde la mañana, pero a medida que fueron cerrando las carreteras, la gente empezó a desesperarse en las enormes filas de autos, pues las vías de comunicación se convirtieron en verdaderos estacionamientos, donde no quedó otra que apagar el motor y esperar pacientemente, pues no se había llegado al trabajo, a la escuela o a diversos compromisos.
Los camioneros, que atravesaron pesadas unidades también se colocaron estos camiones en la autopista México-Pachuca, aunque no por completo, pues dejaban pasar autos por un par de carriles, lo que no fue suficiente para los miles que cada día vienen al Distrito Federal a trabajar.
Cabe señalar que en algunos accesos únicamente dejaron pasar autos por un solo carril o el acotamiento, y debido a que todos los conductores buscaban ingresar y no pasaban uno a uno pues muy pocos pudieron entrar a esta capital del país.
Las filas que generó este cierre fueron de varios kilómetros, mientras los conductores daban claxonazos con recordatorios a las mamás de los traileros, que hicieron oídos sordos; en otros puntos hubo hasta violentos roces, pues algunos automovilistas -mujeres y hombres- bajaron de sus carros y los encararon.
"Son unos inconscientes" fue lo menos que escucharon pues en estos bloqueos la gente sólo quería pasar, mientras que los camioneros se mantuvieron firmes en sólo dejar pasar una fila de carros o de plano nada.
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