Por: Genoveva Ortiz
El encarecimiento en los precios de alimentos deja a la mayoría de los hogares mexicanos al borde del hambre, pues las familias se han visto en la necesidad de suprimir de la dieta productos como el huevo, leche, pan, carne y pollo y sustituirlos por verduras como quelites, nopales y calabazas. Esto se desprende de recientes datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sobre el costo de la canasta básica.
Y aquí es cuando las amas de casa echan mano del llamado "ingenio mexicano", para llevar algo de comer a sus familias, para hacer rendir el gasto familiar que ha quedado completamente pulverizado por la escalada de aumentos en los precios de los productos de la canasta básica.
En días pasados, el gobernador del Banco de México, Agustín Cartens reconoció, por primera vez, el incremento en los precios de alimentos, pero consideró que éstos bajarán a finales de año.
Sin embargo, la necia realidad se empeña en contradecir al estadísta financiero, pues de acuerdo a datos del Banco Mundial (BM), el precio de los alimentos subieron 10% en julio, debido a los efectos de la sequía que ha golpeado cultivos en Estados Unidos y Europa del este, por lo que el organismo internacional recomendó a los gobiernos reforzar sus programas alimentarios, para proteger a la población más vulnerable.
El Banco Mundial informó que de junio a julio, el precio del maíz y del trigo subió un 25% cada uno, la soya un 17% y sólo el precio del arroz cayó 4%.
En general, el índice de Precios de Alimentos del Banco Mundial, que sigue el valor de las materias primas alimentarias en el comercio internacional, fue un 6% mayor que en julio del año pasado y un 1% más que el anterior máximo de febrero de 2011.
De acuerdo al Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) los precios de los alimentos se elevaron 6% en promedio durante julio, debido a los problemas de sequía en el principal granero del mundo, Estados Unidos, situación que despertó nuevas alertas por la posibilidad de que aumente el hambre entre los sectores marginados de todo el orbe.
En el caso mexicano, el precio de los alimentos han registrado un aumento de más de 200% en el agonizante sexenio de Felipe Calderón, el huevo triplicó su precio, mientras que el salario mínimo sólo se incrementó 28%.
El Banco de México reconoce que la carestía nacional ya rebasó los raquíticos aumentos salariales, la cual se muestra sobre todo en el incremento de los precios de los alimentos.
La información oficial, incluso advierte que este problema no sólo ha golpeado a los trabajadores que reciben el salario mínimo, sino a toda la planta laboral, es decir, burócratas y profesionistas con empresas propias.
En días pasados, empresarios de la industria del pan, abarrotes y mercados mayoristas advirtieron que continuarán las alzas en el precio de los alimentos y la crisis de huevo se extienda hasta enero del próximo año, además consideraron que los precios no volverán a los niveles que tenían antes.
Alfredo Neme Martínez, director para América de la Unión Mundial de Mercados Mayoristas; Leopoldo González, Vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México; e Iñaki Landáburu Llaguno, director general de la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas, urgieron al gobierno federal redefinir políticas públicas en donde se inserte a comerciantes y productores de alimentos ya que estos sectores son fundamentales para la sociedad.
Explicaron que el comercio mediano y pequeño representa 800,000 millones de pesos para el mercado interno así como pilar de 2.700,000 empleos.
El encarecimiento en los precios de alimentos deja a la mayoría de los hogares mexicanos al borde del hambre, pues las familias se han visto en la necesidad de suprimir de la dieta productos como el huevo, leche, pan, carne y pollo y sustituirlos por verduras como quelites, nopales y calabazas. Esto se desprende de recientes datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sobre el costo de la canasta básica.
Y aquí es cuando las amas de casa echan mano del llamado "ingenio mexicano", para llevar algo de comer a sus familias, para hacer rendir el gasto familiar que ha quedado completamente pulverizado por la escalada de aumentos en los precios de los productos de la canasta básica.
En días pasados, el gobernador del Banco de México, Agustín Cartens reconoció, por primera vez, el incremento en los precios de alimentos, pero consideró que éstos bajarán a finales de año.
Sin embargo, la necia realidad se empeña en contradecir al estadísta financiero, pues de acuerdo a datos del Banco Mundial (BM), el precio de los alimentos subieron 10% en julio, debido a los efectos de la sequía que ha golpeado cultivos en Estados Unidos y Europa del este, por lo que el organismo internacional recomendó a los gobiernos reforzar sus programas alimentarios, para proteger a la población más vulnerable.
El Banco Mundial informó que de junio a julio, el precio del maíz y del trigo subió un 25% cada uno, la soya un 17% y sólo el precio del arroz cayó 4%.
En general, el índice de Precios de Alimentos del Banco Mundial, que sigue el valor de las materias primas alimentarias en el comercio internacional, fue un 6% mayor que en julio del año pasado y un 1% más que el anterior máximo de febrero de 2011.
De acuerdo al Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) los precios de los alimentos se elevaron 6% en promedio durante julio, debido a los problemas de sequía en el principal granero del mundo, Estados Unidos, situación que despertó nuevas alertas por la posibilidad de que aumente el hambre entre los sectores marginados de todo el orbe.
En el caso mexicano, el precio de los alimentos han registrado un aumento de más de 200% en el agonizante sexenio de Felipe Calderón, el huevo triplicó su precio, mientras que el salario mínimo sólo se incrementó 28%.
El Banco de México reconoce que la carestía nacional ya rebasó los raquíticos aumentos salariales, la cual se muestra sobre todo en el incremento de los precios de los alimentos.
La información oficial, incluso advierte que este problema no sólo ha golpeado a los trabajadores que reciben el salario mínimo, sino a toda la planta laboral, es decir, burócratas y profesionistas con empresas propias.
En días pasados, empresarios de la industria del pan, abarrotes y mercados mayoristas advirtieron que continuarán las alzas en el precio de los alimentos y la crisis de huevo se extienda hasta enero del próximo año, además consideraron que los precios no volverán a los niveles que tenían antes.
Alfredo Neme Martínez, director para América de la Unión Mundial de Mercados Mayoristas; Leopoldo González, Vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México; e Iñaki Landáburu Llaguno, director general de la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas, urgieron al gobierno federal redefinir políticas públicas en donde se inserte a comerciantes y productores de alimentos ya que estos sectores son fundamentales para la sociedad.
Explicaron que el comercio mediano y pequeño representa 800,000 millones de pesos para el mercado interno así como pilar de 2.700,000 empleos.
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