Por: Armando Maceda
Durante los últimos años, la erradicación de la pobreza se ha convertido en un reiterado discurso del gobierno que tiene poco sustento en los hechos, ya que no se ha logrado estabilizar el ritmo de crecimiento sostenido que suele asociarse con la disminución de la pobreza y la desigualdad; por el contrario, hoy en México, la pobreza representa un mal endémico.
Afirmó esto en la tribuna de san Lázaro la diputada Sonia Rincón Chanona al fijar posicionamiento de su Grupo parlamentario Nueva Alianza, como parte del análisis del Sexto Informe de Gobierno, en materia política.
Para dimensionar la magnitud del problema, se basó en los datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social, señala que hay 50 millones de mexicanos que viven en condiciones de pobreza patrimonial; "esto quiere decir que no alcanzan a cubrir aspectos primordiales de vivienda, transporte, vestido y calzado", dijo.
Recordó lo que hace apenas unos días, expuso la representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Nuria Urquía Fernández, que la pobreza alimentaria en el país tuvo un incremento importante al pasar del 2006 al 2012 de un 13.6% a un 18.2 por ciento.
Asimismo, lo referido por la FAO que la situación alimentaria en México ha sufrido un deterioro importante con este aumento porcentual en los últimos seis años.
Sonia Rincón Chanona, abundó que de acuerdo con datos de Coneval, en marzo de 2008 la canasta básica alimentaria por persona en el ámbito rural costaba 588.80 pesos al mes, mientras que en zonas urbanas era de 843 pesos.
Sin embargo, en marzo de 2012 la canasta alimentaria en zonas rurales ya costaba 765.10 pesos mensuales y en zonas urbanas 1,081 pesos al mes, cuando el ingreso laboral promedio por persona es de apenas 1,470 pesos mensuales, en términos reales.
En lo laboral, apuntó, es evidente que la generación de trabajos dignos en los últimos años fue precaria y de retroceso para los mexicanos, y que el universo de trabajadores que perciben un ingreso mayor a cinco salarios mínimos se redujo en 1.3 millones de asalariados, mientras que los peor pagados que perciben hasta un salario de mínimo de 60 pesos, aumentaron en 1.4 millones de personas en lo que va de la administración.
"Lo anterior es reflejo de la implementación de estrategias económicas desarticuladas, en lugar de un programa nacional que conjugue armoniosamente las estrategias de desarrollo económico y social en beneficio de la población", expresó.
Por ello pidió a todos los legisladores a dejar de privilegiar aquellas acciones que continúan incentivando el círculo vicioso de la pobreza y centrar los esfuerzos en dotar de oportunidades de desarrollo económico y social a los distintos sectores de la población.
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