*Propone Nueva Alianza integrar la medicina alternativa al sistema nacional de salud
Por: Armando Maceda
El gasto de los hogares en tratamientos de medicina alternativa aumentó el 14.8 por ciento entre 2008 y 2010, se pagaron curanderos, hueseros, quiroprácticos, productos naturistas, hierbas medicinales, acupuntura y homeopatía, entre otros.
Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, las familias mexicanas con mayores carencias económicas fueron las que más dinero desembolsaron en estos métodos, manifestó la diputada del Grupo Parlamentario Nueva Alianza, María Sanjuana Cerda Franco.
Eso obliga,dijo, garantizar la seguridad, calidad de los productos y las condiciones adecuadas en la atención de los pacientes que utilizan la medicina alternativa y tradicional, por lo que propuso reformar la Ley General de Salud para integrar la medicina alternativa o complementaria al Sistema Nacional de Salud.
En Nueva Alianza, sostuvo Cerda Franco, consideramos de gran importancia atender las necesidades de la población en materia de salud pública, lo que nos compromete a buscar siempre el bienestar de la población mexicana, explorando y atendiendo las lagunas legales existentes en nuestro marco jurídico en el Sistema Nacional de Salud.
Al argumentar, dio otros datos del Colegio Mexicano de Acupuntura Humana, que indican que más del 30 por ciento de la población en México ocupa la acupuntura como medicina alternativa para contrarrestar 40 padecimientos que van desde problemas antiinflamatorios hasta sobrepeso.
En tanto que el Programa México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sostiene que la medicina tradicional forma parte del sistema real de salud de los mexicanos en áreas rurales así como en semiurbanas de todo el país.
Estos datos "parecen avalar el uso de determinadas medicinas tradicionales y complementarias, por ejemplo, la acupuntura para aliviar el dolor; el yoga para disminuir los ataques de asma; o las técnicas de tai ji para ayudar a las personas mayores a disminuir su miedo a sufrir caídas".
Argumentó que en la actualidad, la Organización Mundial de la Salud no recomienda esas prácticas, pero está colaborando con los países en el fomento de un planteamiento basado en la evidencia para aclarar las cuestiones relativas a la seguridad, eficacia y calidad.
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