Por: Ruly Lozano
En el marco general de nuevas políticas públicas para el sector agrícola de México, es indispensable crear un organismo responsable de la producción, beneficio, distribución y comercialización de semillas, particularmente de granos básicos y con prioridad en el maíz, del cual se siembran en nuestro país en promedio 8 millones de hectáreas, mientras que sólo se utiliza entre el 15 y 20 por ciento de semillas mejoradas.
El mejoramiento genético de semillas de maíz por métodos convencionales, se ha descuidado por las instituciones gubernamentales y por la comunidad científica. Sin embargo, es la forma más rápida y económica de hacer llegar ésta y otras tecnologías a los pequeños y medianos productores, donde se encuentra el mayor potencial para aumentar la producción y productividad, en lugar de dar preferencia a la investigación de organismos genéticamente modificados.
Se estima que el 65 por ciento de los productores de maíz, tienen como principal preocupación el autoconsumo, a quienes les ha resultado imposible aumentar notablemente sus rendimientos. A nivel nacional la productividad de maíz se ubica en 2.3 toneladas por hectárea, a excepción de Sinaloa, donde se pueden cosechar, con riego, entre 10 y 12 toneladas/ha. En áreas marginadas los rendimientos varían entre 500 y 800 kilogramos/ha.
Al respecto, la doctora Araceli Ramírez Jaspeado, responsable de Operación de la Planta de Beneficio de Semillas del Colegio de Postgraduados, consideró que resulta más ventajoso, sobre todo para los pequeños y medianos productores de ese y otros cereales, impulsar la investigación agrícola a partir de semillas que han conservado sus cualidades agrológicas y edafológicas por cientos de años.
En México se tiene el mayor acervo mundial de germoplasma de este cereal. El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, resguarda más de 20 mil colecciones de toda clase de semillas de maíz nativas de nuestro país, y ese potencial es la base para impulsar la investigación sobre nuevos materiales que beneficien a los productores de todo el mundo, por supuesto incluido México.
Por su parte, el Colegio de Postgraduados y otras instituciones del Gobierno Federal, realizan proyectos de investigación para el mejoramiento del maíz por métodos tradicionales.
Esta especie, tiene una gran diversidad y en México se resguardan poco más de 52 razas (de un total reportado para el Continente Americano de entre 220 y 300) de las cuales, el 70% se localizan en el estado de Oaxaca.
Por ejemplo, en el estado de Oaxaca se produce el maíz raza "Bolita", utilizado para la elaboración de la tradicional tortilla "tlayuda". Esta raza se considera que es la única que da consistencia y sabor específico para este tipo de tortilla, de la cual existe un mercado potencial que genera recursos económicos para las familias oaxaqueñas.
Sin embargo, se ha encontrado que para la elaboración de la tortilla tlayuda, los molineros y empresas transformadoras utilizan otras razas de maíz, incluso provenientes de empresas trasnacionales. Esto genera un riesgo de desaparecer de la raza "Bolita" por su desplazamiento. La situación ha sido por los bajos rendimientos (600 kg/ha), que provoca un desabasto del mismo.
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