
Alejandro Colón, Enviado
LA HABANA, Cuba.- El Presidente de Cuba, Raúl Castro Ruz, reconoció por primera vez que "son innegables los beneficios de la inversión extranjera directa" para las economías de Latinoamérica y el Caribe, pero advirtió que la pobreza y la desigualdad continúan siendo los males de sus sociedades, por lo que hizo un llamado a los jefes de Estado y de Gobierno de la región a ejercer plenamente la soberanía sobre los recursos naturales y plantearse políticas adecuadas en los recursos del exterior y con empresas transnacionales
Al inaugurar la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), y luego de pedir un minuto de silencio en la memoria del difunto expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, el Mandatario cubano reconoció que "es cierto que durante los últimos años se han producido avances, pero han sido lentos, fragmentados e inestables".
Tan es así, reveló, la tasa de pobreza en la región alcanzó en 2012, como mínimo, un 28.2% de la población, o sea, 164 millones de personas; la de indigencia o pobreza extrema, el 11.3%, lo que equivale a 66 millones de habitantes de la región. "Pero lo más preocupante es la pobreza infantil, que afecta a 70.5 millones de niños, niñas y adolescentes, de ellos 23.3 millones en pobreza extrema", alertó.
El 10% más rico de la población latinoamericana recibe el 32% de los ingresos totales, mientras que el 40% más pobre recibe sólo el 15%, refirió el comandante de la revolución cubana, único orador en la inauguración de la Celac, a la que asistió el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
En su discurso, Castro Ruz anotó que los pueblos de América Latina y el Caribe demandan y requieren una mejor distribución de las riquezas y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, el pleno empleo, mejores salarios, la erradicación del analfabetismo, el establecimiento de una verdadera seguridad alimentaria, sistemas de salud para la totalidad de la población, derecho a una vivienda digna, al agua potable y al saneamiento.
"Todos son objetivos alcanzables, cuya consecución medirá el progreso de nuestra región", observó.
Lo anterior, dijo, porque tenemos todas las condiciones para revertir la situación actual. Con algo más del 15% de la superficie terrestre y el 8.5% de la población global, la región cuenta con un porcentaje apreciable de las reservas minerales no renovables más importantes, con un tercio de las reservas de agua dulce, un 12% del área cultivable, el mayor potencial mundial en la producción de alimentos y el 21% de los bosques naturales.
"Y, precisamente, esa riqueza debe convertirse en el motor para la eliminación de las desigualdades. Nuestro imperativo y desafío es ser capaces de transformar ese capital natural en capital humano, infraestructura económica y diversificación de la base productiva y exportadora, de tal forma que contribuya de manera decisiva a un verdadero proceso de desarrollo", sostuvo.
Observó que uno de los problemas que padece la región es que no hemos traducido los periodos de altos precios de los recursos naturales que exportamos en procesos de desarrollo económico de largo plazo, de forma tal que permitan reducir realmente la pobreza y elevar el ingreso per cápita de nuestras poblaciones.
"Son innegables los beneficios de la inversión extranjera directa para las economías de la región y de las inyecciones de capital de las empresas transnacionales que operan en ella, pero olvidamos que el crecimiento desmedido de las utilidades que obtienen, 5.5 veces en los últimos 9 años, afecta su impacto positivo sobre la balanza de pagos de nuestros países", refrendó.
De ahí que, insistió, "debemos ejercer plenamente la soberanía sobre nuestros recursos naturales y plantearnos políticas adecuadas en las relaciones con la inversión extranjera y con las empresas transnacionales que operan en los países que componen la CELAC".
En materia de educación, apuntó que la región enfrenta brechas significativas, tanto en términos del acceso como en la calidad, a la par que pervive la existencia del analfabetismo funcional, aunque con diferencias marcadas entre países.
Y si bien se han evidenciado progresos en la región en el acceso a la educación primaria, puntualizó, las informaciones de la CEPAL y la UNESCO dejan claro que éste y la calidad de la formación que reciben los educandos está muy vinculada con su nivel de ingresos.
La situación es más seria en la educación secundaria, apuntó, no sólo porque el 50% de los jóvenes entre 20 y 24 años no la concluyeron, sino porque solamente el 21.7% de los jóvenes del sector más pobre en ese grupo de edades la había terminado. En contraste, el 78.3% de sus pares del segmento más rico completaron este nivel de educación. Es decir, una brecha de 56.6 puntos porcentuales separaba en 2010 a ambos grupos.
"En el caso de la educación universitaria es aún más compleja, pues de acuerdo con estimaciones de la CEPAL, la matrícula para este tipo de enseñanza era, en 2010, de un tercio de los jóvenes entre 18 y 24 años", señaló.
El hermano del líder revolucionario Fidel Castro, insistió en que "contamos con todas las posibilidades, los recursos y las metodologías para desterrar el analfabetismo de la faz de América Latina y el Caribe. Debemos tener la voluntad política de hacerlo y de proporcionar a nuestras poblaciones la posibilidad de acceder, sin excepciones ni desigualdades, a todos los niveles de educación. Nada de lo que nos proponemos hacer será posible sin pueblos educados y cultos".
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LA HABANA, Cuba.- El Presidente de Cuba, Raúl Castro Ruz, reconoció por primera vez que "son innegables los beneficios de la inversión extranjera directa" para las economías de Latinoamérica y el Caribe, pero advirtió que la pobreza y la desigualdad continúan siendo los males de sus sociedades, por lo que hizo un llamado a los jefes de Estado y de Gobierno de la región a ejercer plenamente la soberanía sobre los recursos naturales y plantearse políticas adecuadas en los recursos del exterior y con empresas transnacionales
Al inaugurar la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), y luego de pedir un minuto de silencio en la memoria del difunto expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, el Mandatario cubano reconoció que "es cierto que durante los últimos años se han producido avances, pero han sido lentos, fragmentados e inestables".
Tan es así, reveló, la tasa de pobreza en la región alcanzó en 2012, como mínimo, un 28.2% de la población, o sea, 164 millones de personas; la de indigencia o pobreza extrema, el 11.3%, lo que equivale a 66 millones de habitantes de la región. "Pero lo más preocupante es la pobreza infantil, que afecta a 70.5 millones de niños, niñas y adolescentes, de ellos 23.3 millones en pobreza extrema", alertó.
El 10% más rico de la población latinoamericana recibe el 32% de los ingresos totales, mientras que el 40% más pobre recibe sólo el 15%, refirió el comandante de la revolución cubana, único orador en la inauguración de la Celac, a la que asistió el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
En su discurso, Castro Ruz anotó que los pueblos de América Latina y el Caribe demandan y requieren una mejor distribución de las riquezas y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, el pleno empleo, mejores salarios, la erradicación del analfabetismo, el establecimiento de una verdadera seguridad alimentaria, sistemas de salud para la totalidad de la población, derecho a una vivienda digna, al agua potable y al saneamiento.
"Todos son objetivos alcanzables, cuya consecución medirá el progreso de nuestra región", observó.
Lo anterior, dijo, porque tenemos todas las condiciones para revertir la situación actual. Con algo más del 15% de la superficie terrestre y el 8.5% de la población global, la región cuenta con un porcentaje apreciable de las reservas minerales no renovables más importantes, con un tercio de las reservas de agua dulce, un 12% del área cultivable, el mayor potencial mundial en la producción de alimentos y el 21% de los bosques naturales.
"Y, precisamente, esa riqueza debe convertirse en el motor para la eliminación de las desigualdades. Nuestro imperativo y desafío es ser capaces de transformar ese capital natural en capital humano, infraestructura económica y diversificación de la base productiva y exportadora, de tal forma que contribuya de manera decisiva a un verdadero proceso de desarrollo", sostuvo.
Observó que uno de los problemas que padece la región es que no hemos traducido los periodos de altos precios de los recursos naturales que exportamos en procesos de desarrollo económico de largo plazo, de forma tal que permitan reducir realmente la pobreza y elevar el ingreso per cápita de nuestras poblaciones.
"Son innegables los beneficios de la inversión extranjera directa para las economías de la región y de las inyecciones de capital de las empresas transnacionales que operan en ella, pero olvidamos que el crecimiento desmedido de las utilidades que obtienen, 5.5 veces en los últimos 9 años, afecta su impacto positivo sobre la balanza de pagos de nuestros países", refrendó.
De ahí que, insistió, "debemos ejercer plenamente la soberanía sobre nuestros recursos naturales y plantearnos políticas adecuadas en las relaciones con la inversión extranjera y con las empresas transnacionales que operan en los países que componen la CELAC".
En materia de educación, apuntó que la región enfrenta brechas significativas, tanto en términos del acceso como en la calidad, a la par que pervive la existencia del analfabetismo funcional, aunque con diferencias marcadas entre países.
Y si bien se han evidenciado progresos en la región en el acceso a la educación primaria, puntualizó, las informaciones de la CEPAL y la UNESCO dejan claro que éste y la calidad de la formación que reciben los educandos está muy vinculada con su nivel de ingresos.
La situación es más seria en la educación secundaria, apuntó, no sólo porque el 50% de los jóvenes entre 20 y 24 años no la concluyeron, sino porque solamente el 21.7% de los jóvenes del sector más pobre en ese grupo de edades la había terminado. En contraste, el 78.3% de sus pares del segmento más rico completaron este nivel de educación. Es decir, una brecha de 56.6 puntos porcentuales separaba en 2010 a ambos grupos.
"En el caso de la educación universitaria es aún más compleja, pues de acuerdo con estimaciones de la CEPAL, la matrícula para este tipo de enseñanza era, en 2010, de un tercio de los jóvenes entre 18 y 24 años", señaló.
El hermano del líder revolucionario Fidel Castro, insistió en que "contamos con todas las posibilidades, los recursos y las metodologías para desterrar el analfabetismo de la faz de América Latina y el Caribe. Debemos tener la voluntad política de hacerlo y de proporcionar a nuestras poblaciones la posibilidad de acceder, sin excepciones ni desigualdades, a todos los niveles de educación. Nada de lo que nos proponemos hacer será posible sin pueblos educados y cultos".
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