Patricia Carrasco
La Arquidiócesis Primada de México acusó que el aborto lleva siete años de ser "un negocio lucrativo" en la ciudad de México, mediante "políticas que han eliminado a más de 120,000 niños indefensos en el vientre de sus propias madres..., muchos más que los muertos por la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado".
En su editorial titulada "120 mil víctimas", publicado en el semanario "Desde la fe", la Iglesia consideró que "las políticas proaborto entrañan el fracaso de la sociedad mexicana", debido a que "matar a otra persona" no es un derecho humano.
Recordó que en abril próximo "se cumplen siete años de la promulgación de las reformas criminales e irresponsables al Código Penal del Distrito Federal y a la Ley de Salud en la capital".
A decir de la Iglesia Católica capitalina culpó de fracaso a la anterior administración perredista que impulsó su aprobación; seguido por el actual gobierno, que no atiende el llamado de los ciudadanos inconformes contra dicha ley; también implica a grupos feministas "radicales e intolerantes" que promueven presuntas libertades.
Precisó que tras el aval de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que, además, cita que despenalizar el aborto es un "avance ciudadano".
Culpa al sistema de salud capitalino por retrasar políticas preventivas e integrales de atención a las mujeres.
Expuso que nada tiene de humanitario matar a otra persona, menos aún si ésta es indefensa y depende en todo de su propia madre.
Señaló que el pasado 25 de marzo, diversos grupos de la sociedad civil alzaron la voz para repudiar las políticas que han eliminado a más de 120,000 niños indefensos en el vientre de sus propias madres.
Su protesta denunció la irracionalidad y despotismo de las izquierdas que tanto daño han hecho al Distrito Federal, empeñadas en ignorar a la opinión pública, que demanda el respeto por los derechos humanos, el primero de los cuales es el de la vida.
Recordó que el 10 de junio de 2011 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto en materia de derechos humanos y garantías, por el que las normas relativas a los derechos humanos serán interpretadas conforme a los tratados internacionales, favoreciendo una protección más amplia del derecho a la vida.
Y es que el aborto no es un derecho humano. Nada tiene de humanitario matar a otra persona, menos aún si ésta es indefensa y depende en todo de su propia madre.
La Arquidiócesis Primada de México acusó que el aborto lleva siete años de ser "un negocio lucrativo" en la ciudad de México, mediante "políticas que han eliminado a más de 120,000 niños indefensos en el vientre de sus propias madres..., muchos más que los muertos por la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado".
En su editorial titulada "120 mil víctimas", publicado en el semanario "Desde la fe", la Iglesia consideró que "las políticas proaborto entrañan el fracaso de la sociedad mexicana", debido a que "matar a otra persona" no es un derecho humano.
Recordó que en abril próximo "se cumplen siete años de la promulgación de las reformas criminales e irresponsables al Código Penal del Distrito Federal y a la Ley de Salud en la capital".
Culpa al sistema de salud capitalino por retrasar políticas preventivas e integrales de atención a las mujeres.
Expuso que nada tiene de humanitario matar a otra persona, menos aún si ésta es indefensa y depende en todo de su propia madre.
Señaló que el pasado 25 de marzo, diversos grupos de la sociedad civil alzaron la voz para repudiar las políticas que han eliminado a más de 120,000 niños indefensos en el vientre de sus propias madres.
Su protesta denunció la irracionalidad y despotismo de las izquierdas que tanto daño han hecho al Distrito Federal, empeñadas en ignorar a la opinión pública, que demanda el respeto por los derechos humanos, el primero de los cuales es el de la vida.
Recordó que el 10 de junio de 2011 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto en materia de derechos humanos y garantías, por el que las normas relativas a los derechos humanos serán interpretadas conforme a los tratados internacionales, favoreciendo una protección más amplia del derecho a la vida.
Y es que el aborto no es un derecho humano. Nada tiene de humanitario matar a otra persona, menos aún si ésta es indefensa y depende en todo de su propia madre.
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