CIUDAD DEL VATICANO, (Notimex).- Francisco clamó contra el racismo, la intolerancia y toda clase de explotación de los seres humanos, en un mensaje video enviado a Brasil con motivo de la apertura de la Copa Mundial de Futbol.
"El futbol puede y debe ser una escuela para la construcción de una cultura del encuentro, que permita la paz y armonía entre los pueblos", indicó en el saludo, cuyo contenido fue dado a conocer aquí por la sala de prensa vaticana en portugués.
Francisco pidió que la Copa se convierta en una fiesta de solidaridad entre los pueblos, basada en la lealtad, perseverancia, amistad, el diálogo, la solidaridad y el entendimiento entre las personas.
Dijo que para ganar se deben superar todas las formas de racismo, intolerancia y explotación de los seres humanos, de egoísmo y de individualismo.
Además deseó una Copa del Mundo con toda la serenidad y tranquilidad, siempre en el respeto mutuo, la solidaridad y la fraternidad entre los hombres y mujeres que se puedan reconocer como parte de una misma familia.
"¡Nadie gana solo, ni en el campo, ni en la vida! ¡Cualquiera puede aislarse a sí mismo y sentirse excluido! ¡Atención! ¡No a la segregación, no al racismo!", exclamó.
El líder católico grabó y envió su mensaje por invitación de la Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que lo visitó en el Vaticano en febrero pasado y le regaló una casaca de la selección nacional de su país firmada por Pelé.
En el mismo pidió que se rescate al balompié como un juego y, al mismo tiempo, una ocasión de enriquecimiento mutuo; porque el deporte no es sólo una forma de entretenimiento, sino también un instrumento para transmitir valores que puedan ayudar a construir una sociedad fraterna.
futbol, "escuela de paz"
Destacó que el futbol puede ser una "escuela de paz" porque algunas de sus características son: la necesidad de entrenar, el juego limpio y el respeto entre los competidores.
"En primer lugar, el deporte nos enseña que, para ganar, tienes que entrenar. Podemos ver, en este deporte, una metáfora de nuestra vida. En la vida, tienes que luchar, entrenar, esforzándote por obtener resultados importantes", estableció.
"Para jugar como un equipo es necesario pensar, ante todo, en el bien del grupo, no en sí mismo. No es sólo en el futbol que la ambición constituye un obstáculo para el buen resultado del equipo; porque, cuando somos ambiciosos en la vida, haciendo caso omiso de las personas que nos rodean, toda la sociedad se ve socavada", apuntó.
"Si bien es cierto que, al final de este mundial, sólo un equipo nacional puede levantar la copa, si aprendemos las lecciones que nos enseñan los deportes todos saldremos ganadores, fortaleciendo los lazos que nos unen", afirmó.
"El futbol puede y debe ser una escuela para la construcción de una cultura del encuentro, que permita la paz y armonía entre los pueblos", indicó en el saludo, cuyo contenido fue dado a conocer aquí por la sala de prensa vaticana en portugués.
Francisco pidió que la Copa se convierta en una fiesta de solidaridad entre los pueblos, basada en la lealtad, perseverancia, amistad, el diálogo, la solidaridad y el entendimiento entre las personas.
Dijo que para ganar se deben superar todas las formas de racismo, intolerancia y explotación de los seres humanos, de egoísmo y de individualismo.
"¡Nadie gana solo, ni en el campo, ni en la vida! ¡Cualquiera puede aislarse a sí mismo y sentirse excluido! ¡Atención! ¡No a la segregación, no al racismo!", exclamó.
El líder católico grabó y envió su mensaje por invitación de la Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que lo visitó en el Vaticano en febrero pasado y le regaló una casaca de la selección nacional de su país firmada por Pelé.
En el mismo pidió que se rescate al balompié como un juego y, al mismo tiempo, una ocasión de enriquecimiento mutuo; porque el deporte no es sólo una forma de entretenimiento, sino también un instrumento para transmitir valores que puedan ayudar a construir una sociedad fraterna.
futbol, "escuela de paz"
Destacó que el futbol puede ser una "escuela de paz" porque algunas de sus características son: la necesidad de entrenar, el juego limpio y el respeto entre los competidores.
"En primer lugar, el deporte nos enseña que, para ganar, tienes que entrenar. Podemos ver, en este deporte, una metáfora de nuestra vida. En la vida, tienes que luchar, entrenar, esforzándote por obtener resultados importantes", estableció.
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