Genoveva Ortiz
A partir de la entrada en vigor de la Reforma Fiscal, la venta de refrescos y botanas en el pequeño comercio registra una caída en sus ventas de hasta 50%, informó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Las ventas en general en el pequeño comercio se han visto abatidas en un 25%. "Antes vendíamos un peso, ahora estamos vendiendo 75 centavos", debido a que la venta de productos "insignia" o "gancho", como se llama a los refrescos y botanas, cayeron 50%, explicó Rivera.
Esto, aclaró, no significa que el consumo haya disminuido 50%, porque la población sólo trasladó sus hábitos de compra a los productos a granel, elaborados de forma artesanal o doméstica y sin marca que se venden en el comercio informal a menor precio.
Cuauhtémoc Rivera alertó que este es otro efecto indeseado de la Reforma Fiscal, que lejos de disminuir el consumo de estos productos de alto contenido calórico, sólo trasladó el hábito de compra a un mercado informal que no paga impuestos y representa un mayor riesgo para la salud de la población.
Se trata, dijo, de productos más baratos que los de marca, que son elaborados de forma artesanal o doméstica, sin ningún control sanitario ni de calidad, con los cuales la gente no sabe qué se está comiendo.
Puso como ejemplo lo que pasó con los cigarrillos. "Un cigarro ilegal suelto vale 25 centavos en promedio y uno legal vale un peso, o bien, las papas fritas que se venden en bolsitas de celofán y la gente no sabe que se hicieron con aceite reciclado".
Alertó que lo mismo va a empezar a pasar con el resto de los productos, porque la gente compra lo que puede y si quiere traer la playera de la selección no le importará adquirir la pirata, aunque dure una o dos puestas.
"Es incorrecto pretender cuidar la salud de la población por la vía de los impuestos, conculcar su libertad de consumo, antes que educar su consumo, por lo que la política de impuestos especiales (IEPS) está equivocada porque no consigue los objetivos de origen", apuntó Rivera.
A esta situación, dijo, se debe agregar la caída del ingreso de las familias que acumulan una pérdida de poder adquisitivo de 75% en los últimos años. "Un trabajador debería ganar actualmente 8,000 pesos, pero gana 2,000, y ¿con 2,000 pesos, quién puede vivir?
Nos dicen todos los días que la macroeconomía va muy bien, pero sí ésta no es capaz de mejorar el nivel de la vida de la población, es porque algo no está funcionando, indicó Rivera.
También se espera que esta crisis ya con tintes de recesión se supere con la reforma energética. Entonces, "vamos a poner una veladora a San Judas, para rogárle que el resultado de esta reforma sea basta y generosa para los mexicanos", apuntó.
A partir de la entrada en vigor de la Reforma Fiscal, la venta de refrescos y botanas en el pequeño comercio registra una caída en sus ventas de hasta 50%, informó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Las ventas en general en el pequeño comercio se han visto abatidas en un 25%. "Antes vendíamos un peso, ahora estamos vendiendo 75 centavos", debido a que la venta de productos "insignia" o "gancho", como se llama a los refrescos y botanas, cayeron 50%, explicó Rivera.
Esto, aclaró, no significa que el consumo haya disminuido 50%, porque la población sólo trasladó sus hábitos de compra a los productos a granel, elaborados de forma artesanal o doméstica y sin marca que se venden en el comercio informal a menor precio.
Cuauhtémoc Rivera alertó que este es otro efecto indeseado de la Reforma Fiscal, que lejos de disminuir el consumo de estos productos de alto contenido calórico, sólo trasladó el hábito de compra a un mercado informal que no paga impuestos y representa un mayor riesgo para la salud de la población.
Alertó que lo mismo va a empezar a pasar con el resto de los productos, porque la gente compra lo que puede y si quiere traer la playera de la selección no le importará adquirir la pirata, aunque dure una o dos puestas.
"Es incorrecto pretender cuidar la salud de la población por la vía de los impuestos, conculcar su libertad de consumo, antes que educar su consumo, por lo que la política de impuestos especiales (IEPS) está equivocada porque no consigue los objetivos de origen", apuntó Rivera.
A esta situación, dijo, se debe agregar la caída del ingreso de las familias que acumulan una pérdida de poder adquisitivo de 75% en los últimos años. "Un trabajador debería ganar actualmente 8,000 pesos, pero gana 2,000, y ¿con 2,000 pesos, quién puede vivir?
También se espera que esta crisis ya con tintes de recesión se supere con la reforma energética. Entonces, "vamos a poner una veladora a San Judas, para rogárle que el resultado de esta reforma sea basta y generosa para los mexicanos", apuntó.
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