Sin nombres ni apellidos de los presuntos responsables, la comisión Especial de la Asamblea Legislativa que investiga las fallas en la Línea 12 del Metro, señaló como probables responsables al Proyecto Metro, el Sistema de Transporte Colectivo Metro y el consorcio constructor ICA-Carso-Alsthom.
Al entregar la noche de ayer el primer informe preliminar sobre las indagatorias de las fallas en esta línea del Metro al pleno de la Asamblea Legislativa durante el segundo día del periodo extraordinario, el presidente de la comisión, Jorge Gaviño, dijo que se vislumbran tres presuntos responsables como son el Proyecto Metro, el sistema de Transporte Colectivo Metro y el consorcio constructor, aunque sin nombres ni apellidos de funcionarios o empresarios.
Durante su informe, dijo que se llevaron a cabo 26 reuniones para determinar que el desgaste ondulatorio excesivo de las vías, fue detectado dos meses antes de la puesta en operación de la línea, por lo que se sustituyeron 900 metros dañados de vías.
Sin embargo, dijo que el desgaste ondulatorio, es un fenómeno que se presenta con frecuencia, sin embargo, en la Línea 12 del Metro, no se tomaron en cuenta las medidas para evitar que se agravara dicho desgaste, ni se tomaron las medidas para su corrección, por lo que existió omisión tanto por parte del Proyecto Metro, como del STC Metro, así como del consorcio constructor, al no existir un manual de mantenimiento que indicara sobre esta deficiencia. Hasta la fecha, dijo Gaviño Ambriz, no se ha subsanado, ni se ha corregido este problema.
La comisión investigadora, concluyó que el Proyecto Metro, no llevó a cabo las investigaciones y estudios de campo para definir la ingeniería básica sobre el trazo de la línea, para que las empresas consideraran las obras inducidas subterráneas, de superficie y elevadas.
Destacó que tanto la compra de trenes como la supervisión de la construcción y la misma construcción, estuvieron a cargo de entidades separadas, o que provocó diferencias y falta de coordinación exacta, por lo que se incurrió en errores.
Agregó que las contrataciones de la obra y del material rodante por unidades administrativas distintas, provocaron confusiones y falta de coordinación. Por otra parte, los trabajos de seguimiento de los encargados de la revisión y control de gasto y de comportamiento administrativo, ocasionaron deficiencias graves en su operación.
Informó que el grupo asesor técnico de la comisión especial, concluyó que existe falta de claridad en las acciones de cambio de vía en la terminal Tláhuac y en la disminución de velocidad del tren en curvas reducidas sin haber intervenido de inmediato y por las noches y fines de semana las correcciones y prevenciones del sistema de vías en las curvas por parte del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
De los recorridos en la zona, dijo, se concluye que en las curvas uno y dos, se compone de seguimientos de segmentos rectos lo que mengua la interacción natural de los rieles al unirse por placas metálicas o "planchuelas".
Expuso que las curvas uno y dos, fueron concebidas como líneas secundarias para que los trenes entraran a los talleres, sin embargo, funcionan como vías principales al pasar su uso de una a dos veces que debería pasar un tren por vía, a más de 600 ocasiones por parte de la flota, lo que incrementa su deterioro.
Dijo que una de las propuestas para solucionar los problemas de las curvas uno y dos, es cambiar los tramos rectos para formar una curva continua, sustituir las "planchuelas" por soldadura aluminotérmica y dado que el radio de curvatura es de entre 107 a 112 metros, se coloque un sistema de engrase fijo para utilizarse en las maniobras de cambio de vía y dirección de los trenes y realizar un estudio de velocidades y aceleración para corregir las deficiencias.
Advirtio que debe verificarse la correcta instalación y mantenimiento preventivo del contrarriel en curvas, porque el desajuste en este elemento de vías, ocasionó un golpeteo frecuente en el contrarriel y la rueda.
Además, se debe esmerilar los rieles con huella de desgaste ondulatorio, templar en el lugar bajo norma, lo rieles de las curvas para incrementar su dureza para minimizar la aparición de desgaste ondulatorio o en su caso, avaluar la sustitución de rieles por unos de mayor dureza.
También recomendó avaluar las condiciones de operación de las curvas recalculando o ratificando la velocidad de las operaciones de la norma. Se debe cuidar la geometría de las curvas de transición, con su alabeo preciso.
Confirmó que una vez que se cuente con el diagnóstico que elabora el gobierno capitalino, a través de las empresas TSO y Systra, se habrá de celebrar una reunión con especialistas del consorcio certificador, supervisor, de obra civil y electromecánica, para evaluar propuestas que pudieran ser consideradas.
Al entregar la noche de ayer el primer informe preliminar sobre las indagatorias de las fallas en esta línea del Metro al pleno de la Asamblea Legislativa durante el segundo día del periodo extraordinario, el presidente de la comisión, Jorge Gaviño, dijo que se vislumbran tres presuntos responsables como son el Proyecto Metro, el sistema de Transporte Colectivo Metro y el consorcio constructor, aunque sin nombres ni apellidos de funcionarios o empresarios.
Durante su informe, dijo que se llevaron a cabo 26 reuniones para determinar que el desgaste ondulatorio excesivo de las vías, fue detectado dos meses antes de la puesta en operación de la línea, por lo que se sustituyeron 900 metros dañados de vías.
Sin embargo, dijo que el desgaste ondulatorio, es un fenómeno que se presenta con frecuencia, sin embargo, en la Línea 12 del Metro, no se tomaron en cuenta las medidas para evitar que se agravara dicho desgaste, ni se tomaron las medidas para su corrección, por lo que existió omisión tanto por parte del Proyecto Metro, como del STC Metro, así como del consorcio constructor, al no existir un manual de mantenimiento que indicara sobre esta deficiencia. Hasta la fecha, dijo Gaviño Ambriz, no se ha subsanado, ni se ha corregido este problema.
La comisión investigadora, concluyó que el Proyecto Metro, no llevó a cabo las investigaciones y estudios de campo para definir la ingeniería básica sobre el trazo de la línea, para que las empresas consideraran las obras inducidas subterráneas, de superficie y elevadas.
Destacó que tanto la compra de trenes como la supervisión de la construcción y la misma construcción, estuvieron a cargo de entidades separadas, o que provocó diferencias y falta de coordinación exacta, por lo que se incurrió en errores.
Agregó que las contrataciones de la obra y del material rodante por unidades administrativas distintas, provocaron confusiones y falta de coordinación. Por otra parte, los trabajos de seguimiento de los encargados de la revisión y control de gasto y de comportamiento administrativo, ocasionaron deficiencias graves en su operación.
Informó que el grupo asesor técnico de la comisión especial, concluyó que existe falta de claridad en las acciones de cambio de vía en la terminal Tláhuac y en la disminución de velocidad del tren en curvas reducidas sin haber intervenido de inmediato y por las noches y fines de semana las correcciones y prevenciones del sistema de vías en las curvas por parte del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Dijo que una de las propuestas para solucionar los problemas de las curvas uno y dos, es cambiar los tramos rectos para formar una curva continua, sustituir las "planchuelas" por soldadura aluminotérmica y dado que el radio de curvatura es de entre 107 a 112 metros, se coloque un sistema de engrase fijo para utilizarse en las maniobras de cambio de vía y dirección de los trenes y realizar un estudio de velocidades y aceleración para corregir las deficiencias.
Advirtio que debe verificarse la correcta instalación y mantenimiento preventivo del contrarriel en curvas, porque el desajuste en este elemento de vías, ocasionó un golpeteo frecuente en el contrarriel y la rueda.
Además, se debe esmerilar los rieles con huella de desgaste ondulatorio, templar en el lugar bajo norma, lo rieles de las curvas para incrementar su dureza para minimizar la aparición de desgaste ondulatorio o en su caso, avaluar la sustitución de rieles por unos de mayor dureza.
También recomendó avaluar las condiciones de operación de las curvas recalculando o ratificando la velocidad de las operaciones de la norma. Se debe cuidar la geometría de las curvas de transición, con su alabeo preciso.
Confirmó que una vez que se cuente con el diagnóstico que elabora el gobierno capitalino, a través de las empresas TSO y Systra, se habrá de celebrar una reunión con especialistas del consorcio certificador, supervisor, de obra civil y electromecánica, para evaluar propuestas que pudieran ser consideradas.
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