Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
Su suerte estaba echada para Margarita Sánchez Hernández, de 33 años de edad; ayer ella se encontraba haciendo sus funciones de limpieza en el interior del inmueble marcado con el número 2515 de la Avenida Tlalpan, en la Colonia Xotepingo, perímetro de la Delegación Coyoacán, cuando de pronto uno de los elevadores vehiculares del estacionamiento se le vino abajo y la mató.
Pasaron varios minutos para que alguien se diera cuenta de la desgracia: Margarita se encontraba con la cabeza y parte de los hombros en la parte baja del elevador de autos que, al parecer, al sufrir un desperfecto se le vino abajo y la dejó sin vida; junto a ella se encontraba la escoba con la que realizaba sus quehaceres en ese inmueble, y a unos centímetros el auto que minutos antes sostenía el "elevador de la muerte".
El golpe por el peso del vehículo le arrancó la vida de manera instantánea, y no era necesario solicitar el apoyo de los paramédicos, sino dar aviso al agente del ministerio público federal y de este modo poder investigar si se trató de un descuido de Margarita, o el sistema del elevador que sostenía el automóvil sufrió algún desperfecto y esto fue lo que originó la tragedia.
Los peritos de la PGJDF en cuanto llegaron dieron inicio a las primeras diligencias, solicitaron la presencia de quienes se encontraran cerca del lugar de los hechos cuando sobrevino la tragedia; así como del encargado del inmueble para que diera a conocer desde cuándo se dio el último mantenimiento a los elevadores de automóviles que se encuentran en el estacionamiento de dicho inmueble.
Durante sus primeras investigaciones, los peritos de la PGJDF y el agente del ministerio público se encuentran con dos líneas de investigación: que se haya tratado de un accidente, porque la joven tocó un botón sin querer y se le vino abajo el elevador, o si es que ese mecanismo se encuentra descompuesto y cuando realizaba sus quehaceres fue cuando el peso del auto le ganó al motor y cayó.
En esos momentos, el agente del MP de la Coordinación Territorial del Coyoacán dos, ordenó que el cuerpo de la ahora occisa fuera trasladado al anfiteatro delegacional para que se le realizara la necropsia de ley y posteriormente se entregara a sus familiares, quienes se encontraban destrozados al conocer la forma tan fatal en que perdió la vida Margarita.
Mientras tanto, en el lugar, los peritos continuaron trabajando para checar los motores del elevador, y los testigos oculares, como encargados del inmueble, fueron trasladados a la agencia ministerial para rendir su declaración y de este modo poder deslindar responsabilidades.
Pasaron varios minutos para que alguien se diera cuenta de la desgracia: Margarita se encontraba con la cabeza y parte de los hombros en la parte baja del elevador de autos que, al parecer, al sufrir un desperfecto se le vino abajo y la dejó sin vida; junto a ella se encontraba la escoba con la que realizaba sus quehaceres en ese inmueble, y a unos centímetros el auto que minutos antes sostenía el "elevador de la muerte".
El golpe por el peso del vehículo le arrancó la vida de manera instantánea, y no era necesario solicitar el apoyo de los paramédicos, sino dar aviso al agente del ministerio público federal y de este modo poder investigar si se trató de un descuido de Margarita, o el sistema del elevador que sostenía el automóvil sufrió algún desperfecto y esto fue lo que originó la tragedia.
Los peritos de la PGJDF en cuanto llegaron dieron inicio a las primeras diligencias, solicitaron la presencia de quienes se encontraran cerca del lugar de los hechos cuando sobrevino la tragedia; así como del encargado del inmueble para que diera a conocer desde cuándo se dio el último mantenimiento a los elevadores de automóviles que se encuentran en el estacionamiento de dicho inmueble.
Durante sus primeras investigaciones, los peritos de la PGJDF y el agente del ministerio público se encuentran con dos líneas de investigación: que se haya tratado de un accidente, porque la joven tocó un botón sin querer y se le vino abajo el elevador, o si es que ese mecanismo se encuentra descompuesto y cuando realizaba sus quehaceres fue cuando el peso del auto le ganó al motor y cayó.
En esos momentos, el agente del MP de la Coordinación Territorial del Coyoacán dos, ordenó que el cuerpo de la ahora occisa fuera trasladado al anfiteatro delegacional para que se le realizara la necropsia de ley y posteriormente se entregara a sus familiares, quienes se encontraban destrozados al conocer la forma tan fatal en que perdió la vida Margarita.
Mientras tanto, en el lugar, los peritos continuaron trabajando para checar los motores del elevador, y los testigos oculares, como encargados del inmueble, fueron trasladados a la agencia ministerial para rendir su declaración y de este modo poder deslindar responsabilidades.
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