Berenice Enríquez, hermana de una de las tres mujeres que perdió la vida en la tocada de la banda La Arrolladora, salvó la vida de milagro.
Quien es gemela de Eunice, la cual ya descansa para la eternidad en un pedazo de tierra del panteón Jardín Guadalupano, narró a LA PRENSA que ese día alrededor de las 5 de la mañana, cuando el último grupo musical había dejado de tocar, "nos dispusimos, mi hermana, una amiga y yo, a tomar la salida que por cierto era muy pequeña para tanta gente.
"De repente se comenzaron a escuchar gritos y como una cosa extraña se reían y se burlaban de los que caían ante los apretones y empujones".
La consanguínea de Eunice, quien concluyó sus estudios en psicología y estaba en busca de trabajo, recordó: "la misma estampida me llevó hacia la calle, ya no supe nada de mi hermana, no sabía si estaba bien o estaba mal".
Berenice quien junto con su hermana, nunca imaginaron que luego de estar alegres y gustosas de escuchar a su banda favorita, iban a vivir una auténtica pesadilla, provocada por la misma gente.
Sosteniendo el llanto, esta mujer, de 27 años de edad, explicó cómo fue testigo, principalmente de mujeres que caían sin que nadie les brindara ayuda.
Con amargura comentó que comenzó a pedir auxilio a las autoridades y a los mismos del baile, "pero nadie nos hacía caso, en las bardas había gente trepada, fue una locura meter tanta personas para ese lugar".
Antes de que el cuerpo de su hermana gemela fuera llevado al panteón, esta mujer que vivió en carne propia la estampida dijo: "yo también caí al suelo, algunos me aplastaron, pero me incorpore; estoy viva de milagro.
"Nunca me imagine que mi hermana había muerto, pensé que había salido por la otra puerta, ahora lo único que pido es que haya justicia. Se que eso no me la devolverá, pero por lo menos que el culpable pague su descuido porque son tres las muertas y decenas de heridos", recalcó.
Mensaje enviado desde mi BlackBerry de Nextel
Publicar un comentario