Noel F. Alvarado.
La Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México (AGU), ha contribuido a reducir hasta en 70 por ciento los tempos de atención de las demandas ciudadanas, gracias a su área de supervisión, pues antes de canalizar las incidencias se lleva a cabo un trabajo de inspección para definir de qué se trata el reporte y su ubicación.
Esto ha generado para las áreas operativas de los entes públicos ahorros en recursos humanos, tiempo de atención, materiales y económicos, al verificar, identificar gráficamente, clasificar y gestionar la solicitud, pues cuentan con la información exacta de la incidencia. Con la información y el trabajo de supervisión de la AGU, las dependencias saben qué recursos materiales y humanos deberán ocuparse para atender la solicitud.
Durante los recorridos de los supervisores por toda la ciudad, se han verificado 111 mil 511 solicitudes, donde se establece con precisión a qué entidad se debe orientar para su debida solución. De igual forma, han inspeccionado el cumplimiento de 65 mil 411 solicitudes atendidas por diversas dependencias.
Dicha reducción de tiempo en la atención de demandas se ha logrado también con un sistema único de atención y operación, el 072, ya que se ha prescindido del envío de oficios de coordinación y gestión entre dependencias y jefaturas delegacionales.
Por otra parte, las cuadrillas también revisan las obras públicas que se desarrollan en la vía pública, así como las concluidas, a fin de revisar el cumplimiento con las normas técnicas y garantizar la movilidad, seguridad y el libre acceso de los ciudadanos al transporte público y vías peatonales.
En lo que va del año se han detectado 350 casos de obras que presentaban mala señalización o un proceso constructivo sin apego a normas, o en algunos casos con falta de permiso para ejercer trabajos en la vía pública. Ante dicha situación se notificó a los responsables de los proyectos para su debida corrección.
Es importante destacar que para llevar a cabo dicha labor, la AGU cuenta con 118 supervisores que laboran los siete días de la semana, divididos en cuatro turnos, con el propósito de que las 24 horas del día se mantenga una inspección y dictaminación constante.
Las cuadrillas reciben los reportes ciudadanos, arman la ruta para su recorrido y corroboran la información que proporcionó el ciudadano; realizan una inspección ocular para ubicar la incidencia y una vez detectada, toman fotografías y de ser necesario se encargan de corregir o complementar la información con más datos. A través de un radio portátil, que otorga longitud y latitud, envían la información a un sistema, la cual es corroborada por un operador.
Con la información en el sistema, el operador se encarga de verificar todos los datos y posteriormente la envía ante privado o público que corresponda.
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