MAZATLAN, Sin, (OEM).- Ejecutado de un balazo en el cuello y en estado de descomposición, fue encontrado el músico de la Banda El Recodo, Aldo Sarabia García. Horas después, la Procuraduría General de Justicia del Estado, dio a conocer que los autores fueron detenidos de inmediato, gracias a que ya se tenían avanzadas las investigaciones.
El cadáver del músico, con más de 30 años de carrera, fue localizado la noche del martes -no se precisó la hora- en un tramo de la carretera estatal que va del poblado de El Vainillo a El Recodo, a tres kilómetros de Cofradía.
Estaba sepultado.
Esa misma noche, al confirmarse el hallazgo, elementos especiales de la Policía Ministerial procedieron a la localización y detención de la esposa de la víctima, Alma Delia Chávez Guerrero y de su amante, Jair Alfredo Sandoval Estrada, un carnicero originario de Culiacán y que se acaba de venir a vivir a Mazatlán.
De hecho, ella le pagaba la renta de una casa en el Fraccionamiento Real del Valle, según se informó.
LOS DETALLES
En conferencia de prensa efectuada en las oficinas de la subprocuraduría regional de justicia zona sur, el fiscal estatal, licenciado Marco Antonio Higuera Gómez, dio a conocer los detalles del caso.
El día 14 se supo de la desaparición del músico. Pero fue tres días después cuando un familiar interpuso la denuncia en la agencia tercera del ministerio público, iniciándose la averiguación previa AP 924/2014.
Se asignó entonces a un grupo especial interdisciplinario a la investigación del caso, realizándose los interrogatorios a las personas cercanas a Aldo Sarabia García.
Ahí iniciaron las primeras sospechas de los policías y se concentraron en la esposa, quien señaló tener muchos problemas con su marido.
Finalmente, cuando se tenía casi la certeza plena de que ella tenía algún grado de participación, se tuvo también la noticia del hallazgo del cadáver.
Entonces, ventiló toda la historia del crimen, planeado junto con su amante.
Aldo llegó a Mazatlán después de una gira con la banda. Esto fue el día 13. Al día siguiente, él la invitó a desayunar y le llevó un arreglo floral.
Pero ella ya tenía acordado el plan con su amante. En lugar de desayuno se lo llevó a comer mariscos a un restaurante en la comunidad de La Tuna.
Para ello, el amante homicida se había escondido en la vagoneta que conducía la mujer y su marido de copiloto.
Llevó una pistola calibre 9 milímetros que compró en cinco mil pesos exclusivamente para matar al músico. Pero también subió una pala para excavar una fosa y enterrarlo después de que lo matara. Así lo confesó en sus declaraciones ante el MP, dijo el procurador.
Acto seguido, en el trayecto, Jair Alfredo salió de su escondite en la parte trasera de la camioneta, le quitó el volante a Alma Delia y encañonó a Aldo a quien le disparó en una sola ocasión al cuello.
Luego, cubrió el cuerpo con una sábana blanca y en un paraje solitario camino a El Tecomate de Siqueros, bajó el cuerpo y lo enterró a poca profundidad .
Consumado el acto criminal, la pareja regresó a la ciudad, rentó una habitación de un hotel y pasó la noche. Salieron a las 8 de la mañana del día siguiente.
En la rueda de prensa el procurador de justicia también dijo que Alma Delia y su amante no se escondían de nadie. Incluso iban a desayunar y se llevaban a la hija de ella y del músico. Claro, cuando éste se encontraba trabajando fuera de la ciudad.
Fue así como después de cuatro meses de conocerse, planearon deshacerse del músico.
El fin de la autoviuda, indicó Higuera Gómez, era el económico, es decir, quedarse con todos los bienes. El asesino material confeso dijo que estaba enamorada de ella.
Con todos estos antecedentes, se realizó la detención de la pareja, quien se encuentra a disposición de las autoridades, totalmente confesa de lo que hicieron.
Según dio a conocer el procurador de acuerdo con el código penal vigente en Sinaloa, Jair Alfredo podría alcanzar una pena mínima de 22 años y una máxima de 50 y ella, por el grado de parentesco con la víctima, de 30 a 50 años.
Por último, Higuera Gómez dejó en claro que el asesinato del músico de El Recodo no tiene nada que ver ni con secuestro, extorsión ni delincuencia organizada, sino que reiteró se trató de un problema estrictamente de pareja
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