* Ha llegado la hora de enfrentar las disparidades, advierte; educación, el antídoto
Alejandro Colón
Al sostener que ha llegado la hora de enfrentar las disparidades, el rector de la UNAM, José Narro Robles, reconoció ante el Presidente Enrique Peña Nieto que los mexicanos cargan "con el luto de los hechos registrados hace casi siete semanas en Iguala, que afectan directamente a más de medio centenar de familias guerrerenses, pero que le duelen y avergüenzan a la nación entera".
Durante la entrega del Primer Premio Nacional de Investigación "Impulso al Desarrollo de las Finanzas Estatales" por parte del Jefe del Ejecutivo, Narro Robles reconoció que México es, sin duda, un país de contrastes, de paradojas mayúsculas.
"Una gran nación que vive momentos complicados. Un país que lucha por hacer realidad sus enormes posibilidades y al que le pesan, y mucho, rezagos ancestrales y problemas exacerbados en los últimos lustros", observó.
En su discurso ante funcionarios, Investigadores y empresarios, el rector de la máxima casa de estudios considero imposible negar las disparidades que nos acompañan. "Las encontramos en todos los campos de la vida colectiva, lo mismo en el económico, que en lo social; en la salud, que en la educación; en el empleo, la vivienda o la calidad de vida", admitió.
Y recordó que este panorama no tiene una raíz reciente, sino que ha sido parte de la realidad de siempre y "ha llegado la hora de enfrentarla", proclamó.
"Esta ceremonia es, ni más ni menos, una representación de lo antes señalado, de una parte asistimos con el luto de los hechos registrados hace casi siete semanas en Iguala, que afectan directamente a más de medio centenar de familias guerrerenses, pero que le duelen y avergüenzan a la nación entera. Por la otra, nos convoca y anima asistir a premiar al talento, la búsqueda de la superación, el interés por contribuir a la solución de los problemas de nuestro país", expresó.
Ante ello, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México convocó a hacer entonces de este evento un acto de reflexión más que un episodio de celebración; "que se muevan nuestros sentimientos en favor de la justicia y que se comprometa nuestra inteligencia en la búsqueda de la verdad y la superación".
Resaltó que el conocimiento casi siempre ha sido valorado, pero en nuestros días es, más que nunca, uno de los elementos fundamentales en la prosperidad de las sociedades, de ello deriva la importancia que para el desarrollo tienen la educación, la investigación, las aplicaciones tecnológicas y la innovación.
Sin todas ellas, advirtió, se antoja imposible tener un avance sostenido. Sólo si somos capaces de fijar y alcanzar metas ambiciosas en estos campos de la existencia, será factible aspirar a conseguir la prosperidad que el país reclama, enfatizó.
"En el mundo en que vivimos, maravilloso en general, existen trampas derivadas de la confusión de los valores laicos fundamentales. Con frecuencia se desdibujan algunos objetivos esenciales y se pierde el norte de la existencia: los fines de la vida. Se prefiere tener que ser; se opta por estar y no por trascender; se escoge que el camino de lucro en lugar del que conduce a la solidaridad; se prefiere la mejoría personal en vez del progreso colectivo", advirtió.
Por ello, asentó que la educación es el antídoto para esos males. "La educación no es el viaje al progreso, es sólo el pasaje requerido para hacer la travesía y llegar a ese destino. Sin ella no hay porvenir"
.
Publicar un comentario