¡MALDITOS!

Fo­tos: Luis A. Ba­rre­ra y cortesía Ricardo Mendoza

Abandonado en un terreno despoblado, vendado de los ojos, torturado, sin tres dedos en la mano derecha y con el tiro de gracia fue encontrado el cadáver de un hombre desconocido en Chimalhuacán; los homicidas lograron escapar sin dejar rastro



Al­va­ro Ve­láz­quez

CHI­MAL­HUA­CAN, Méx.- Ven­da­do de los ojos, tor­tu­ra­do, con tres de sus de­dos de la ma­no de­re­cha mu­ti­la­dos y eje­cu­ta­do de un ba­la­zo en la ca­be­za, fue en­con­tra­do es­ta ma­ña­na, aban­do­na­do en un te­rre­no des­po­bla­do de es­te mu­ni­ci­pio, el ca­dá­ver de un hom­bre de apro­xi­ma­da­men­te 35 años de edad.

Au­to­ri­da­des po­li­cia­cas in­for­ma­ron que has­ta el mo­men­to se des­co­no­ce tan­to la iden­ti­dad del aho­ra oc­ci­so co­mo de los pre­sun­tos ho­mi­ci­das, los cua­les, se­gún di­je­ron, por la sa­ña con que co­me­tie­ron el cri­men no des­car­ta­ron que ha­yan ac­tua­do en una ven­gan­za de pre­sun­tos in­te­gran­tes del cri­men or­ga­ni­za­do.

El ca­dá­ver del des­co­no­ci­do, de quien úni­ca­men­te se di­jo que era de apro­xi­ma­da­men­te 35 años de edad y que ves­tía un pan­ta­lón de mez­cli­lla azul, pla­ye­ra ro­ja, za­pa­tos y cha­ma­rra ne­gra, fue en­con­tra­do al fi­lo de las 9 de la ma­ña­na de hoy, aban­do­na­do en un te­rre­no des­po­bla­do, en las fal­das de un ce­rro, en la es­qui­na de las ca­lles Pi­ru­les y la Ba­rran­ca, en la Co­lo­nia San Juan Za­po­tla, en es­te mu­ni­ci­pio.

Des­pués de que los ve­ci­nos en­con­tra­ron el cuer­po y die­ron par­te a las au­to­ri­da­des po­li­cia­cas, el agen­te del mi­nis­te­rio pú­bli­co se pre­sen­tó en el lu­gar del ha­llaz­go, don­de al prac­ti­car las pri­me­ras ins­pec­cio­nes ocu­la­res in­for­mó que el oc­ci­so te­nía el ros­tro ven­da­do con cin­ta ca­ne­la de co­lor gris y que a sim­ple vis­ta se le apre­cia­ron hue­llas de tor­tu­ra, un ba­la­zo en la ca­be­za, ade­más de que te­nía tres de­dos de la ma­no de­re­cha mu­ti­la­dos.

"No po­de­mos ase­gu­rar­lo, pe­ro cree­mos que es­te su­je­to fue ase­si­na­do en una cla­ra ven­gan­za de in­te­gran­tes del cri­men or­ga­ni­za­do, por de­do o por ha­ber pues­to a al­guien, así lo de­no­ta la bru­ta­li­dad con que ac­tua­ron los ho­mi­ci­das, con la mar­ca de la ca­sa; sin em­bar­go, se­rán ele­men­tos de la po­li­cía mi­nis­te­rial quie­nes con­fir­men o des­car­ten es­ta pre­sun­ción, una vez que ini­cien y con­clu­yan con las in­ves­ti­ga­cio­nes co­rres­pon­dien­tes y des­pués de que el oc­ci­so sea iden­ti­fi­ca­do", di­jo el MP du­ran­te las mis­mas ins­pec­cio­nes ocu­la­res que prac­ti­ca­ba en la es­ce­na del cri­men.