Noel F. Alvarado.
Por resolución del Consejo Estatal de Desarrollo Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca, se dictó suspensión de funciones a los policías estatales, Iván Vásquez Gutiérrez y Guadalupe Estela Carreño Lucas, al comprobarse los hechos denunciados por la Policía Municipal de la Villa de Zaachila, donde resultaron lesionadas a mordidas dos elementos de la corporación municipal, quienes ahora -gracias a un amparo federal que dejó sin efecto la sanción- encabezan al grupo de policías que se mantiene en paro en Oaxaca.
Dando seguimiento a la solicitud de la Dirección General de Asuntos Internos como parte del Expediente SSP/CEDP/C.S./007/2014, tras el incidente ocurrido la madrugada del pasado 21 de diciembre, la SSP dio a conocer que se determinó suspender de sus funciones a ambos elementos al no haber actuado en estricto apego al orden jurídico, de acuerdo a lo establecido en la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca.
Tras analizar todas las pruebas ofrecidas, se determinó notificar de la resolución a Iván Vásquez Gutiérrez y a Guadalupe Estela Carreño Lucas, al quedar claramente comprobada la alteración al orden público, cuando en notorio estado de ebriedad se encontraban los elementos en la Villa de Zaachila.
Los policías municipales fueron víctimas de amenazas y abuso de autoridad, como consta en la videograbación que formó parte de las pruebas para sancionar a los malos elementos, entre otras conductas claramente sancionadas en los artículos 57 y 119 de la citada ley. Las investigaciones seguirán el curso legal correspondiente y al tratarse de conductas consideradas como graves, los elementos infractores podrían alcanzar la baja definitiva de la corporación.
Sin embargo, a pesar de que la falta es considerada como grave, los elementos de referencia interpusieron juicio de amparo en contra de la citada suspensión, otorgado por el Juez Segundo de Distrito con sede en la Ciudad de Oaxaca Horacio Ortiz González, autoridad que mediante oficio 091 del 8 de enero de 2015, les concedió la suspensión provisional a efecto de que los peticionarios de amparo no fueran privados del salario y prestaciones que devengan como elementos de la Policía Estatal.
Asimismo no sean suspendidos de las labores que desempeñaban, por lo que se deberá reasignarlos a las funciones que se estimen pertinentes y en razón de ello pagarle en la forma en que lo hacían.
El caso ha levantado sospechas entre los juristas oaxaqueños, debido a que ha sido el mismo Juez quien también concedió la suspensión provisional, mediante amparo de la justicia federal, a otros elementos policiales con conductas sancionadas como graves.
El Juez Horacio Ortiz González, otorgó el amparo de la justicia federal a Policías Estatales de Oaxaca inculpados en infracciones tan graves como el hecho en donde un elemento en estado de ebriedad disparó contra estudiantes normalistas; o a quienes se les escapó un reo de alta peligrosidad cuando era trasladado a recibir atención médica con lo que se vulnera la credibilidad del órgano jurisdiccional, la confiabilidad de la policía y deja entrever desde que niveles podría estarse gestando la manipulación a la policía de Oaxaca.
El 11 de noviembre de 2014, aproximadamente entre la 1 y 2 de la mañana el elemento Policía Estatal, adscrito a la División de Seguridad Guillermo Juan Cruz se presentó en estado de ebriedad a las instalaciones que ocupa la Escuela Normal Experimental de San Pedro y San Pablo Teposcolula, lugar en donde se encontraban estudiantes de dicha Institución manifestándose, a lo que el Comandante Guillermo Juan Cruz desenfundó su arma de cargo, les apuntó y realizó un disparo al aire, como quedó manifiesto en el parte informativo del hecho.
El 18 de noviembre de 2014, los elementos Nabor Alonso Rojas Chávez, Sergio Antonio Romero, Adolfo Mendoza Ramírez, Fortunato Flores Suárez, Fermín Montero Arista y Néstor Alonso Rojas Chávez se encontraban asignados a la Penitenciaría de Santa María Ixcotel, Oaxaca, omitieron practicar en todo momento y cada uno de ellos por su parte los protocolos de seguridad, para el traslado al Hospital Civil "Doctor Aurelio Valdivieso" del interno Melquiades Javier Hernández o Melquiades Javier Rivero Ramírez (Alias "El Catapita") lo que tuvo como consecuencia que el reo lograra sin ningún inconveniente su fuga, noticia que trascendió a la opinión pública ocasionando el descrédito de sus personas al poner en duda su profesionalismo, así como la imagen de la Institución a la que representan como vigilantes de la ley y el orden.
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