Una so­cie­dad co­rrup­ta apes­ta, dice Francisco

domingo, 22 de marzo de 20150 comentarios



RO­MA, Ita­lia, (OEM-EFE).- El Pa­pa Fran­cis­co rea­li­zó hoy un via­je ma­ra­to­nia­no a Cam­pa­nia, una re­gión del sur de Ita­lia en la que tra­di­cio­nal­men­te ha ope­ra­do la ma­fia lo­cal, la Ca­mo­rra, pa­ra de­nun­ciar con fir­me­za que "la co­rrup­ción es su­cia" y que "una so­cie­dad co­rrup­ta apes­ta".

En uno de los dis­cur­sos más du­ros que se le re­cuer­dan, Jor­ge Ber­go­glio no tu­vo con­tem­pla­cio­nes con los na­po­li­ta­nos al ins­tar­les a reac­cio­nar "con fir­me­za con­tra las or­ga­ni­za­cio­nes" cri­mi­na­les pa­ra que "el mal no ten­ga la úl­ti­ma pa­la­bra".

Pe­ro el Pon­tí­fi­ce ar­gen­ti­no tam­bién tu­vo pa­la­bras con­tra los cri­mi­na­les, a los que pi­dió que se con­vier­tan y que "se de­jen in­va­dir por el amor y la jus­ti­cia".

La vi­si­ta co­men­zó cuan­do Ber­go­glio ate­rri­zó en Pom­pe­ya y fue re­ci­bi­do con gri­tos y aplau­sos de mi­les de per­so­nas, que se con­gre­ga­ron en tor­no al San­tua­rio pa­ra ver­le y orar jun­to a él a la Vir­gen Ma­ría, du­ran­te po­co más de me­dia ho­ra.

Des­pués, el má­xi­mo re­pre­sen­tan­te de la Igle­sia Ca­tó­li­ca se su­bió de nue­vo al he­li­cóp­te­ro que le ha­bía lle­va­do a Cam­pa­nia, des­de el Va­ti­ca­no, pa­ra ini­ciar, aho­ra sí, la vi­si­ta in­ten­sa a Ná­po­les.

Su pri­mer ac­to en la ciu­dad na­po­li­ta­na se ce­le­bró en el ba­rrio de Scam­pía, una de las zo­nas con los ín­di­ces de po­bre­za y cri­mi­na­li­dad más al­tos de Ita­lia y co­no­ci­do por su es­tre­cha re­la­ción con la ma­fia.

Aquí, fren­te a los ni­ños, jó­ve­nes y de­más ve­ci­nos del ba­rrio, el Obis­po de Ro­ma pro­nun­ció un dis­cur­so lle­no de fuer­za, con el que con­de­nó cual­quier ac­ti­vi­dad de­lic­ti­va.

"Cuán­ta co­rrup­ción hay en el mun­do. (...) La co­rrup­ción es su­cia y la so­cie­dad co­rrup­ta apes­ta. Un ciu­da­da­no que de­ja que le in­va­da la co­rrup­ción no es cris­tia­no, ¡apes­ta!", afir­mó Ber­go­glio.

"Es­pe­ro que ten­gan el co­ra­je de ir ha­cia de­lan­te con ale­gría, de por­tar ha­cia de­lan­te la es­pe­ran­za, de ir por el ca­mi­no del bien y no por la del mal. (...) De ir ha­cia de­lan­te lim­pian­do la pro­pia al­ma, el al­ma de la ciu­dad y de la so­cie­dad pa­ra que no exis­ta ese olor pu­tre­fac­to que tie­ne la co­rrup­ción", agre­gó.

Ro­dea­do de de­ce­nas de ni­ños que co­rea­ban su nom­bre y que in­te­rrum­pie­ron en al­gu­na oca­sión su dis­cur­so, Ber­go­glio se re­fi­rió a Ná­po­les co­mo una ciu­dad en la que "se ha in­ten­ta­do crear una 'tie­rra de na­die', un te­rri­to­rio en ma­nos de la lla­ma­da mi­cro­vio­len­cia" en el que el día a día es­tá lle­no de di­fi­cul­ta­des y de "du­ras prue­bas".

Unas com­pli­ca­cio­nes que sir­ven pa­ra crear "una cul­tu­ra de vi­da que ayu­da a le­van­tar­se des­pués de ca­da caí­da, que ayu­da a lo­grar de al­gu­na ma­ne­ra que el mal no ten­ga la úl­ti­ma pa­la­bra".

Es­pe­ran­za fue la pa­la­bra más re­pe­ti­da por el oc­ta­vo je­fe del Es­ta­do del Va­ti­ca­no en su pa­so por Ná­po­les, una es­pe­ran­za que, di­jo, ele­va el al­ma.

Tras su vi­si­ta a Scam­pía, el Pa­pa Fran­cis­co se di­ri­gió en co­che has­ta la Pla­za Ple­bis­ci­tos, pa­ra ce­le­brar una mul­ti­tu­di­na­ria mi­sa en la que tam­bién hi­zo un lla­ma­mien­to a los jó­ve­nes pa­ra que reac­cio­nen "con­tra las or­ga­ni­za­cio­nes" cri­mi­na­les y que "la co­rrup­ción y el cri­men no des­fi­gu­ren el ros­tro" de la ciu­dad su­re­ña.

"Que­ri­dos na­po­li­ta­nos, vi­va la es­pe­ran­za, no se de­jen ro­bar la es­pe­ran­za. No ce­dan a la ten­ta­ción del di­ne­ro fá­cil y de los in­gre­sos des­ho­nes­tos. Es­to es pan pa­ra hoy y ham­bre pa­ra ma­ña­na", afir­mó.

"Es­to no trae na­da bue­no. Reac­cio­nen con fir­me­za con­tra las or­ga­ni­za­cio­nes que ex­plo­tan y co­rrom­pen a los jó­ve­nes, a los po­bres y a los dé­bi­les, con el cí­ni­co trá­fi­co de dro­gas y otros crí­me­nes", pro­si­guió.

Asi­mis­mo, el su­ce­sor de San Pe­dro pi­dió "a los cri­mi­na­les y a sus cóm­pli­ces" que se con­vier­tan y se de­jen "in­va­dir por el amor y la jus­ti­cia, por la mi­se­ri­cor­dia de Dios".

"Es po­si­ble re­gre­sar a una vi­da ho­nes­ta. Se lo pi­den tam­bién las lá­gri­mas de las ma­dres de Ná­po­les, mez­cla­das con aque­llas de (la Vir­gen) Ma­ría. (...) Que es­tas lá­gri­mas fun­dan la du­re­za de los co­ra­zo­nes y lle­ven a to­dos de vuel­ta al ca­mi­no del bien", se­ña­ló.

Ya en la tar­de, el Pon­tí­fi­ce al­mor­zó con un gru­po de pre­sos de la cár­cel de "Giu­sep­pe Sal­via" de Pog­gio­rea­le, en­tre los que ha­bía tran­se­xua­les y en­fer­mos de SI­DA, con­ver­só con al­gu­nos en­fer­mos y man­tu­vo un en­cuen­tro con los re­li­gio­sos de la ciu­dad.

La vi­si­ta con­clu­yó con una reu­nión con jó­ve­nes y fa­mi­lias de Ná­po­les en el pa­seo ma­rí­ti­mo Ca­rac­cio­lo de Ná­po­les, don­de abor­dó te­mas co­mo la eu­ta­na­sia, la cri­sis, el de­sem­pleo ju­ve­nil o la mar­gi­na­ción de los an­cia­nos en la so­cie­dad.
 

Share this article :

Publicar un comentario

Labels

JUSTICIA (39) POLITICA (18) REPUBLICA (16) POLICIA (12) CIUDAD (4) ECONOMIA (4) DEPORTES (2) ESTADOS (1) SOCIEDAD (1)
 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. NOTIREDMEXICO - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger