Fotos: Sergio Vázquez
Raúl Macías
En los momentos en que un par de coreanas caminaban por República de Nicaragua casi esquina con Brasil, Colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc, un delincuente de la zona se les acercó para atracarlas, pero como se opusieron les disparó a las féminas y una de ellas perdió la vida y la otra fue trasladada a un hospital cercano para recibir atención médica.
Este crimen que se registró ayer al filo de las 19:00 horas, hizo que varias mujeres que se encontraban en un salón de belleza frente al inmueble marcado con el número 12 donde quedó el cuerpo de la mujer coreana que en México se hacía llamar Esther Lee, se apanicaran al igual que los de la tienda que estaba a unos pasos del sitio donde quedó la ahora occisa.
Al enterarse los uniformados que se trataba de una mujer coreana y que era familiar de unos comerciantes de productos del Lejano Oriente, de inmediato arribaron hasta ahí más de una veintena de preventivos, quienes para cubrir su ineptitud lo único que hicieron fue estorbar e impedir la labor de los medios de comunicación, incluso tuvieron diferencias con los vecinos.
Las cosas se comenzaron a complicar, ya que minutos después que hicieran su arribo representantes del ministerio público, se soltó un aguacero, el cual movilizó a los "valientes" policías que si bien no le dieron seguridad a la señora, sí lo hicieron a su cuerpo, por lo que a fin de evitar que la lluvia afectara el área del crimen, se les dio la orden que cubrieran el cuerpo con plásticos.
La lluvia arreció y los rayos y truenos alumbraban la noche y los familiares de la señora Lee que se encontraban a unos pasos del cuerpo no daban crédito a lo ocurrido, pero según las mujeres que se encontraban en el salón de belleza, ésta llevaba dinero y objetos de valor en una bolsa, pero como no se los quiso entregar al delincuente, él accionó el arma de fuego que llevaba.
Como ya la lluvia había borrado algunas huellas, pero no así los casquillos, las peritos de la PGJDF se aprestaron para tomar rápido las imágenes de los hechos y con esto poder dar por terminada esa diligencia para que se levantara el cuerpo de la infortunada mujer y trasladarlo ante el representante de la agencia investigadora de la Coordinación Territorial CUH-4.
Para que estuvieran en todo momento enterados de los trámites, en un par de patrullas se llevaron a los familiares de la hoy occisa y se solicitó a la PGJDF la presencia de un traductor para que les explicara lo que la autoridad les quería decir, y para hacer esa labor que pudieron hacerse en dos patrullas, la veintena de uniformados de la SSP-DF, se prestaron a trasladarlos, mientras que esa zona de la ciudad se quedaba sin vigilancia.
En los momentos en que un par de coreanas caminaban por República de Nicaragua casi esquina con Brasil, Colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc, un delincuente de la zona se les acercó para atracarlas, pero como se opusieron les disparó a las féminas y una de ellas perdió la vida y la otra fue trasladada a un hospital cercano para recibir atención médica.
Este crimen que se registró ayer al filo de las 19:00 horas, hizo que varias mujeres que se encontraban en un salón de belleza frente al inmueble marcado con el número 12 donde quedó el cuerpo de la mujer coreana que en México se hacía llamar Esther Lee, se apanicaran al igual que los de la tienda que estaba a unos pasos del sitio donde quedó la ahora occisa.
Al enterarse los uniformados que se trataba de una mujer coreana y que era familiar de unos comerciantes de productos del Lejano Oriente, de inmediato arribaron hasta ahí más de una veintena de preventivos, quienes para cubrir su ineptitud lo único que hicieron fue estorbar e impedir la labor de los medios de comunicación, incluso tuvieron diferencias con los vecinos.
Las cosas se comenzaron a complicar, ya que minutos después que hicieran su arribo representantes del ministerio público, se soltó un aguacero, el cual movilizó a los "valientes" policías que si bien no le dieron seguridad a la señora, sí lo hicieron a su cuerpo, por lo que a fin de evitar que la lluvia afectara el área del crimen, se les dio la orden que cubrieran el cuerpo con plásticos.
La lluvia arreció y los rayos y truenos alumbraban la noche y los familiares de la señora Lee que se encontraban a unos pasos del cuerpo no daban crédito a lo ocurrido, pero según las mujeres que se encontraban en el salón de belleza, ésta llevaba dinero y objetos de valor en una bolsa, pero como no se los quiso entregar al delincuente, él accionó el arma de fuego que llevaba.
Como ya la lluvia había borrado algunas huellas, pero no así los casquillos, las peritos de la PGJDF se aprestaron para tomar rápido las imágenes de los hechos y con esto poder dar por terminada esa diligencia para que se levantara el cuerpo de la infortunada mujer y trasladarlo ante el representante de la agencia investigadora de la Coordinación Territorial CUH-4.
Para que estuvieran en todo momento enterados de los trámites, en un par de patrullas se llevaron a los familiares de la hoy occisa y se solicitó a la PGJDF la presencia de un traductor para que les explicara lo que la autoridad les quería decir, y para hacer esa labor que pudieron hacerse en dos patrullas, la veintena de uniformados de la SSP-DF, se prestaron a trasladarlos, mientras que esa zona de la ciudad se quedaba sin vigilancia.
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