Patricia Carrasco
Durante la Misa Crismal del Jueves Santo, donde bendijo los santos óleos, el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera, aseguró que México yace en la esclavitud del crimen, derivado de la ambición desmedida de riqueza y poder, así como de la corrupción, por lo que solicitó a los sacerdotes cumplir con la misión de Jesús y llevar a los pobres el mensaje de salvación y paz.
"México sufre además otras esclavitudes: la corrupción es la más escandalosa de ellas, por desgracia ciudadanos de los más diversos sectores parecen olvidar que el dinero que nutre sus excesos ha sido robado a los pobres, por lo que es un pecado que clama al cielo y que no tiene perdón si no se repara el daño, si no se devuelve el dinero cuyo fin público es aliviar la pobreza, la enfermedad y la necesidades más básicas de miles de personas que no tienen lo mínimo para vivir dignamente", señaló el prelado.
También lamentó la muerte de miles de personas "en medio de la violencia más demencial y diabólica, tantas familias destrozadas, tanto dolor sin consuelo, tanto menosprecio de la dignidad de la persona humana, y todo esto a causa de una ambición desmedida de riquezas y de poder, falsos ídolos que no dan lo que prometen, sino que quitan la vida a sus adoradores".
Durante su homilía, llamó a los sacerdotes a renovar sus promesas y fortalecer la evangelización en las comunidades, les dijo: están llamados a cumplir urgentemente la misión de Jesús; es decir, "anunciar con entusiasmo la buena nueva, llevar a los pobres el mensaje de salvación, ser ministros de misericordia, de paz y de perdón".
"Cada uno de ustedes está llamado a ser Cristo en medio de sus comunidades, a derramar su gracia a través de los sacramentos, a ofrecer la Eucaristía y a rezar sin descanso por el pueblo que Dios les ha encomendado", dijo el Arzobispo Primado de México.
En la Catedral Metropolitana, el Cardenal concelebró la misa con el Cardenal Ennio Antonelli, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Familia; obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México y los cabildos metropolitano y de Guadalupe.
Invitó a los fieles, ante esta situación, a unirse en oración, "respondiendo así a los graves desafíos que nos presenta una sociedad cada vez más fragmentada y relativista".
Ante decenas de sacerdotes, obispos y fieles, pidió unirse en oración "para que la Iglesia haga sobre la familia un discernimiento apegado al Evangelio, respondiendo así a los graves desafíos que nos presenta una sociedad cada vez más fragmentada y relativista".
En ese sentido, defendió los valores de la familia, sobre la cual sostuvo: "es un proyecto querido por Dios, no una mera institución humana que puede variar según las ideologías".
Externó: "nuestra Arquidiócesis de México siempre ha defendido los valores de la familia, se ha opuesto con firmeza al crimen del aborto y a las uniones que pretenden equipararse con el matrimonio, así como ha defendido el derecho de los niños a tener un padre y una madre. Pero no basta oponerse, la claridad doctrinal nos debe llevar también a ofrecer propuestas concretas, donde nuestros hermanos encuentren el consuelo de la comprensión y misericordia".
Describió a los 21 cristianos de Egipto que fueron decapitados por el Estado Islámico, en febrero pasado en Libia, sobre lo cual expuso: "que testimonio tan impactante y heroico nos han dado nuestros hermanos que viven en países islámicos y sufren persecución a causa de su fe.
Prácticamente todas las semanas nos enteramos del martirio de muchos cristianos cuyo único delito es creer en Jesús y no renegar de él, porque entienden que hay un valor aún más grande que la vida terrena, incluso mayor que sus familias, y esa es la fe en Cristo resucitado, vencedor de toda violencia y muerte, y garante de inmortalidad para quienes le son fieles hasta el final".
Dijo que como en los años 20's del siglo pasado la Iglesia en el mundo se solidarizó con México ante la persecución de católicos, por lo que pidió orar por las familias desplazadas de sus pueblos de origen y para que hallen fortaleza y encuentren nuestra ayuda incluso material.
"Oremos también por nuestros persecutores, cegados por el odio de satanás contra la cruz de Cristo, para que el Señor los toque con la gracia de la conversión y cesen sus horrendos crímenes".
Finalmente, adelantó que el próximo mes de octubre la Iglesia Católica celebrará el sínodo de la familia y cuatro obispos, entre ellos él y el cardenal Francisco Robles, fueron elegidos para representar al Episcopado Mexicano en Roma
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