Nueva York, N.Y.- Notimex).- Un gran jurado federal dictó la pena de muerte para Dzhokhar Tsarnaev, el joven de 21 años responsable del ataque en la línea final del Maratón de Boston, que en 2013 causó la muerte de tres personas y dejó heridas a más de 260.
El jurado eligió la inyección letal para el joven de origen checheno quien, junto con su hermano mayor, muerto en un enfrentamiento con la policía días después del ataque, colocó los explosivos caseros que causaron caos en unos de los eventos deportivos más concurridos en Estados Unidos.
Debido al proceso legal, la ejecución podría tardar varios años para llevarse a cabo.
El argumento de la fiscalía tuvo mayor peso que el alegato de la defensa, que intentó mostrar a Tsarnaev como un impresionable joven que fue influido de manera negativa por su hermano Tamerlan, siete años mayor que él.
La decisión de sentenciar a muerte a Tsarnaev, la primera persona condenada a la pena capital por un jurado federal desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, fue alcanzada luego de una deliberación de 14 horas.
Entre éstos se incluyó la muerte de un guardia de seguridad que los hermanos abatieron en su intento de huida.
La sentencia de muerte fue dictada pese a que, de acuerdo con las encuestas, la mayoría en Boston se oponía a ella, bajo la lógica de que la cadena perpetua sería un mayor castigo para el joven.
Pero algunas de las víctimas y sus padres expresaron su oposición a que Tsarnaev fuera ejecutado.
La sentencia contra Tsarnaev fue dictada por un jurado federal. En el estado de Massachusetts, cuya capital es Boston, la pena de muerte fue abolida desde hace tres décadas.
"Tras la masacre y el miedo y el terror que ha causado, la decisión correcta es clara. La única sentencia que hará justicia en este caso es la pena de muerte", afirmó el fiscal federal Steven Mellin, en sus argumentos finales.
En oposición a la pena de muerte para Tsarnaev, la monja católica Helen Prejean tomó el estrado para recordar que Tsarnaev había dicho sobre las víctimas y sus familias que: "nadie merece sufrir como ellos lo hicieron". El gran jurado, sin embargo, no resultó conmovido.
Estados Unidos es uno de los 21 países en el mundo que sigue aplicando la pena de muerte y el quinto lugar por el número de personas ejecutadas en su territorio, según la organización Amnistía Internacional, que considera este castigo como "cruel e inhumano"
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