· Expertos de la IBERO, el Instituto de Justicia Procesal Penal de la Ciudad de México y la Universidad de Miami encuestaron a 377 periodistas a lo largo de tres años
· 68 por ciento dijeron autocensurarse en alguna ocasión, más de 64 por ciento dejaron de hacer coberturas callejeras y más de 57 por ciento se adhieren a las políticas de censura de su medio de comunicación.
Por Noel F. Alvarado.
Tras una ardua investigación de tres años, expertos de la Universidad Iberoamericana, el Instituto de Justicia Procesal Penal de la Ciudad de México y la Universidad de Miami dieron a conocer los resultados de un estudio sobre seguridad de periodistas en México, donde de acuerdo con cifras de Article 19, 81 periodistas fueron asesinados entre 2000 y 2014, y 18 más desaparecieron.
Los investigadores Mireya Marquéz Ramírez, del Departamento de Comunicación de la Ibero; Marco Lara Klahr, del Programa Medios de Comunicación y Violencia del Instituto de Justicia Procesal Penal de la Ciudad de México, y Sallie Hughes, profesora de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Miami, recopilaron un directorio con más de mil 200 medios de comunicación de todo el país y generaron una muestra al azar estratificada de 130 de ellos.
Tras dicho proceso, seleccionaron de manera sistemática a 377 periodistas, quienes fueron entrevistados vía Skype y compartieron los tipos de medidas que utilizan para reducir el riesgo de represalias y de amenazas directas por cubrir ciertos tipos de noticias.
De acuerdo con los resultados, casi 68 por ciento de los encuestados se habían autocensurado en alguna ocasión, más de 64 por ciento dejaron de hacer coberturas callejeras y más de 57 por ciento se adhieren a las políticas de censura del medio de comunicación a la que pertenecen. La mitad de los encuestados afirmó que suele ocultar información sensible de "personas o de colegas sospechosos en sus propias redacciones.
El estudio colaborativo de Márquez Ramírez, Lara Klahr y Hughes también reveló que algunos periodistas mexicanos publican historias anónimas en las redes sociales, de modo que no puedan ser identificados o localizados.
En el caso de estados con altos índices de violencia ligada al narco, como Veracruz y Guerrero, hay periodistas que se limitan a reproducir lo señalado en los informes policiales, pero también hay algunos que prefieren no publicar nada al respecto.
Además de la violencia que agravia a la prensa, las presiones económicas también obligan a los periodistas a callar voces e informes críticos. Los periodistas que buscan promover cambios sociales para el bien público son los que se sienten más presionados, reveló el estudio.
La doctora Mireya Márquez, de la IBERO, afirmó que el estudio podría estimular a otros investigadores a realizar sus propias investigaciones, y de ese modo ayudar a los periodistas mexicanos a determinar qué cambios necesita la profesión:
"Puede ayudar a quienes elaboran las políticas y a organizaciones de la sociedad civil a comprender mejor fenómenos complejos como el deterioro de la prensa libre y la vulnerabilidad de los periodistas en algunas áreas", dijo.
La también coordinadora del Programa Prensa y Democracia (PRENDE) del Departamento de Comunicación dijo que cada periodo escolar brinda capacitación a periodistas de distintas fuentes, añadió que la investigación también permitirá que el público tenga "otra visión de los contenidos de los medios de comunicación y del mundo de los periodistas en México, quienes enfrentan muchas presiones y dificultades a diario".
El estudio fue presentado en la Conferencia de la UNESCO sobre Seguridad de los Periodistas, realizada en Helsinki, Finlandia, con motivo del Día de la Libertad de Prensa a Nivel Mundial de las Naciones Unidas.
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