Por: Antonio de Marcelo, LA PRENSA
Asesinatos que tiene la firma del crimen organizado cobró dos vidas en la Delegación Iztapalapa, donde un par de hombres fueron baleados mientras convivían en la calle, hasta donde llegaron sus verdugos a matarlos.
El crimen tuvo como escenario la calle Durazno y Salvador Allende, en la Colonia Citlalli, al oriente de la capital del país, donde aparentemente platicaban José de Jesús Sánchez Estrada, de 20 años de edad, y José Antonio González Méndez, de 24.
Dicen los vecinos que ya era noche y el lugar estaba desierto, por lo que sólo se escuchaban los diálogos de estas dos personas, cuando apareció por el lugar una camioneta Lancera negra, desde cuyas ventanillas sólo se pudieron ver los fogonazos de las armas de fuego que accionaron.
Las balas de grueso calibre que les dispararon hicieron blanco en ambos jóvenes, quienes quedaron ahí tirados, mientras que sus agresores salieron huyendo a mayor velocidad y se perdieron entre las calles de la zona, mientras que gente que escuchó las detonaciones pidió la presencia de la policía y de la Cruz Roja.
Por desgracia en el lugar murió José de Jesús Sánchez Estrada, quien recibió una herida en el brazo del lado izquierdo y que penetró en el pecho, y otra más de muerte que le tocó en la cabeza.
Su amigo, con el que ingería algunos tragos de alcohol, González Méndez, recibió disparos en distintas partes del cuerpo, pero al llegar los paramédicos hallaron que aún respiraba por lo que le trasladaron de inmediato al Hospital de la Comunidad Europea.
Sin embargo mientras los médicos luchaban por salvarle la vida, este no resistió y murió en la sala de operaciones, mientras que el personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se abocaban a recabar evidencias en el lugar para buscar a los responsables.
Asesinatos que tiene la firma del crimen organizado cobró dos vidas en la Delegación Iztapalapa, donde un par de hombres fueron baleados mientras convivían en la calle, hasta donde llegaron sus verdugos a matarlos.
El crimen tuvo como escenario la calle Durazno y Salvador Allende, en la Colonia Citlalli, al oriente de la capital del país, donde aparentemente platicaban José de Jesús Sánchez Estrada, de 20 años de edad, y José Antonio González Méndez, de 24.
Dicen los vecinos que ya era noche y el lugar estaba desierto, por lo que sólo se escuchaban los diálogos de estas dos personas, cuando apareció por el lugar una camioneta Lancera negra, desde cuyas ventanillas sólo se pudieron ver los fogonazos de las armas de fuego que accionaron.
Las balas de grueso calibre que les dispararon hicieron blanco en ambos jóvenes, quienes quedaron ahí tirados, mientras que sus agresores salieron huyendo a mayor velocidad y se perdieron entre las calles de la zona, mientras que gente que escuchó las detonaciones pidió la presencia de la policía y de la Cruz Roja.
Por desgracia en el lugar murió José de Jesús Sánchez Estrada, quien recibió una herida en el brazo del lado izquierdo y que penetró en el pecho, y otra más de muerte que le tocó en la cabeza.
Su amigo, con el que ingería algunos tragos de alcohol, González Méndez, recibió disparos en distintas partes del cuerpo, pero al llegar los paramédicos hallaron que aún respiraba por lo que le trasladaron de inmediato al Hospital de la Comunidad Europea.
Sin embargo mientras los médicos luchaban por salvarle la vida, este no resistió y murió en la sala de operaciones, mientras que el personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se abocaban a recabar evidencias en el lugar para buscar a los responsables.
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