Al reconocer la debilidad del Sistema Penitenciario del país, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, adelantó cuando finalice la presente administración, todos los reos del fuero federal deberán en centros de internamiento de máxima seguridad, con el fin de desahogar las cárceles estatales y municipales, para lo cual se contará con 20 instalaciones, ocho de ellas nuevas.
En conferencia de prensa, el encargado de la política interna del país condenò de manera enérgica, a nombre del gobierno federal, los hechos sangrientos registrados en los penales de Apodaca y Topo Chico, en el estado de Nuevo León.
Refirió que al inicio de la administración eran más de 210 mil; de esos, 49 mil 200 eran reos del fuero federal y solamente 3 mil 164 estaban en penales federales; hoy día, del total de reos, 47 mil 816 son reos del fuero federal y de esos ya van 18 mil en el ámbito federal:
"Es decir, ya tenemos arriba del treinta y tantos por ciento del total de reos federales en el fuero federal y sí, sí, vamos a tener la totalidad de reos del fuero federal en custodia de autoridades federales al finalizar la administración", aseguró Poiré Romero.
Sin embargo, externó que el gobierno federal reconoce las "debilidades" del sistema penitenciario del país, debido al interés de las organizaciones delincuenciales por mantener su negocio criminal dentro de las cárceles.
Pero hizo énfasis en que dentro de las instalaciones federales no se ha registrado ningún hecho de violencia hasta ahora.
"Es necesario seguir retirando a los reos más peligrosos del fuero federal de los distintos penales estatales, como se ha venido haciendo, y particularmente se deben de enfatizar los esfuerzos de las autoridades estatales para depurar, profesionalizar y mantener bajo un estricto control a las autoridades encargadas de los distintos centros de readaptación social", indicó el titular de la Segob.
En el acto, el funcionario federal anunció la publicación del Reglamento de Protección a Refugiados, y aprovechó para hacer un llamado a ser autocríticos y valorar los avances de la lucha contra la inseguridad, toda vez que en los últimos años se ha sembrado una valiosa semilla para garantizar el pleno imperio de la ley y luchar por un país más justo.
Manifestó que "nada ni nadie tiene derecho a robarnos la esperanza; nada ni nadie tiene derecho a que renunciemos a nuestro destino y nada ni nadie tiene derecho a que nos rindamos ante la adversidad.
Es necesario que todos perseveremos, que seamos autocríticos, que valoremos también los avances y que sigamos luchando por ese México más seguro, justo, libre y próspero". Finalizó.
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