Por: Noel F. Alvarado, Foto: Rogelio Tinoco
En un claro ajuste de cuentas, un joven de 23 años de edad, fue ejecutado de tres balazos -uno en el rostro y dos en el pecho-, en los momentos en que se encontraba en calles de la Colonia Guerrero. Los asesinos fueron dos sujetos, mismos que le dispararon desde una motocicleta en marcha, quienes tras cometer el crimen, escaparon.
En la escena del crimen, se encontraron tres casquillos percutidos de arma de fuego calibre .9 milímetros, los cuales son analizados en la Coordinación General de Servicios Periciales.
El hecho de violencia alertó a los cuerpos policiacos de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal y de la Policía Investigadora, mismos que implementaron un impresionante operativo; sin embargo, no lograron detectar a los agresores, por lo que las investigaciones ministeriales, periciales y de agentes de la Policía Investigadora, continúan, a fin de obtener información que los lleve a localizar y detener a los criminales.
De acuerdo con las primeras investigaciones de la fiscalía de la Procuraduría capitalina en Cuahutémoc, la ejecución se debe a una venganza relacionada con la distribución de drogas; sin embargo, serán las indagaciones las que determinen los motivos por los que este joven de 23 años de edad, fue ultimado.
De acuerdo con la versión de algunos testigos, el ahora occiso se encontraba en la esquina de las calles de Lerdo y Magnolia, en la Colonia Guerrero, del perímetro de la Delegación Cuauhtémoc.
En esos momentos llegaron dos individuos a bordo de una motocicleta y desde ésta, uno de ellos sacó un arma de fuego y le disparó en tres ocasiones. Dos de las balas se alojaron en el pecho y una más en la cabeza.
Inmediatamente, el joven se desplomó bañado en sangre, lo que provovó que los testigos de inmediato solicitaran la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía.
Para entonces, los agresores ya habían escapado. Policías preventivos y agentes de la Policía Investigadora realizaron un operativo en una amplia zona; sin embargo, no lograron detectar a los criminales.
Cuando los paramédicos de la Cruz Roja y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas revisaron el cuerpo del baleado, nada pudieron hacer, debido a que ya había dejado de existir a consecuencia de las tres heridas de bala de arma de fuego, calibre .9 milímetros. Los casquillos fueron encontrados en la escena del crimen, por lo que peritos en balística los analizan, a fin de obtener evidencias.
Una vez que las autoridades ministeriales y agentes de la Policía Investigadora, recogieron toda evidencia que los lleve al esclarecimiento del crimen, el cuerpo del joven ejecutado fue trasladado al anfiteatro de la fiscalía en Cuauhtémoc, donde continúan las indagaciones.
En un claro ajuste de cuentas, un joven de 23 años de edad, fue ejecutado de tres balazos -uno en el rostro y dos en el pecho-, en los momentos en que se encontraba en calles de la Colonia Guerrero. Los asesinos fueron dos sujetos, mismos que le dispararon desde una motocicleta en marcha, quienes tras cometer el crimen, escaparon.
El hecho de violencia alertó a los cuerpos policiacos de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal y de la Policía Investigadora, mismos que implementaron un impresionante operativo; sin embargo, no lograron detectar a los agresores, por lo que las investigaciones ministeriales, periciales y de agentes de la Policía Investigadora, continúan, a fin de obtener información que los lleve a localizar y detener a los criminales.
De acuerdo con las primeras investigaciones de la fiscalía de la Procuraduría capitalina en Cuahutémoc, la ejecución se debe a una venganza relacionada con la distribución de drogas; sin embargo, serán las indagaciones las que determinen los motivos por los que este joven de 23 años de edad, fue ultimado.
De acuerdo con la versión de algunos testigos, el ahora occiso se encontraba en la esquina de las calles de Lerdo y Magnolia, en la Colonia Guerrero, del perímetro de la Delegación Cuauhtémoc.
En esos momentos llegaron dos individuos a bordo de una motocicleta y desde ésta, uno de ellos sacó un arma de fuego y le disparó en tres ocasiones. Dos de las balas se alojaron en el pecho y una más en la cabeza.
Inmediatamente, el joven se desplomó bañado en sangre, lo que provovó que los testigos de inmediato solicitaran la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía.
Para entonces, los agresores ya habían escapado. Policías preventivos y agentes de la Policía Investigadora realizaron un operativo en una amplia zona; sin embargo, no lograron detectar a los criminales.
Cuando los paramédicos de la Cruz Roja y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas revisaron el cuerpo del baleado, nada pudieron hacer, debido a que ya había dejado de existir a consecuencia de las tres heridas de bala de arma de fuego, calibre .9 milímetros. Los casquillos fueron encontrados en la escena del crimen, por lo que peritos en balística los analizan, a fin de obtener evidencias.
Una vez que las autoridades ministeriales y agentes de la Policía Investigadora, recogieron toda evidencia que los lleve al esclarecimiento del crimen, el cuerpo del joven ejecutado fue trasladado al anfiteatro de la fiscalía en Cuauhtémoc, donde continúan las indagaciones.
Publicar un comentario