Por: Noel F. Alvarado.
Hacer periodismo en México, no ha sido, ni es nava fácil. Hacer periodismo en México, representa riesgos al convertirnos en blanco del crimen organizado y el narcotráfico que opera impunemente en a nivel nacional e internacional por dar a conocer y revelar información que lastima sus intereses y por exhibirlos ante la sociedad y las autoridades.
Los comunicadores, también somos blanco de un sistema político de corrupción e impunidad, sobre todo cuando los representantes de los medios de comunicación revelamos información que vincula a servidores públicos con gente ligada al crimen organizado en México.
En nuestros días, decir la vedad en México, representa muchos riesgos. Decir una verdad en los medios de comunicación, es convertirse en ser perseguido, amenazado, privado de tu libertad, desaparecido y hasta asesinado.
La libertad de expresión en nuestro país, representa graves consecuencias. Reporteros sin Fronteras, ha señalado que:
México se clasifica como el país más peligroso del continente para los medios de comunicación. La presencia de cárteles de la droga, la corrupción de las autoridades y la impunidad que permanece en la mayoría de los crímenes contra los profesionales de los medios de comunicación, explican en gran parte esta situación, que a menudo obliga a los periodistas a la autocensura o al exilio.
Por ello, tanto al crimen organizado y el narcotráfico, como a un sistema político, le conviene aplicar la "Ley Mordaza" a loscomunicadores.
Reporteros sin Fronteras, señala que del 2000 a la fecha, un total de 80 periodistas han sido asesinados y otros 14 se encuentran desaparecidos desde 2003. México se clasifica como el país más peligroso del continente para los medios de comunicación. En 2010 fue el segundo país más mortífero para la prensa, junto con Irak y sólo detrás de Paquistán.
Los usuarios de redes sociales tampoco están a salvo de las represalias. Aquí, hay que recordar que por haber alertado en Twitter y Facebook sobre un posible ataque del crimen organizado contra una escuela de Veracruz, María de Jesús Bravo y Gilberto Martínez Vera pasaron un mes tras las rejas entre agosto y septiembre de 2011.
Fueron acusados de "terrorismo" y "sabotaje", cargos que después fueron retirados; sin embargo, fueron detenidos y encarcelados impunemente y todo, por alertar sobre hechos delictivos.
El año pasado -2011- también está marcado por el asesinato de María Elizabeth Macías, jefa de redacción del periódico Primera Hora, editado en Nuevo Laredo, en Tamaulipas. La periodista, que poseía un blog, también utilizaba las redes sociales parainformar sobre las actividades del crimen organizado en la región, ello, solo por poner algunos ejemplos.
En ese mismo lapso, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión de la PGR –en su último reporte señala que-, del 2000 a julio de 2011 han sido asesinados 75 periodistas, 13 más están desparecidos y se han registrado 33 ataques en contra de instalaciones de medios de comunicación en México.
A estos, se suman la muerte de Regina Martínez, corresponsal del semanario Proceso, asesinada a finales del mes de abril y el de los tres reporteros gráficos, localizados el pasado 2 de mayo.
Pero es aún más grave que ninguno de estos crímenes ha sido aclarado por la justicia mexicana. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE) de la procuraduría General de la República -dedicada a la lucha contra los ataques a los periodistas-, no ha obtenido ningún resultado importante desde su creación, en febrero de 2006.
Frente a la escalada de terror, la autocensura o el exilio son cada vez con más frecuencia la alternativa de los periodistas condenados a ejercer su profesión bajo amenazas.
En esa fiscalía de la PGR, se encuentran archivados todos los expedientes de los comunicadores que –cobardemente- han sido asesinados y, pareciera ser que al sistema de gobierno y a la procuradora Marisela Morales, les interesa más investigar asuntos con tintes políticos electorales que indagar de manera paralela los crímenes contra los compañeros comunicadores.
En el plano jurídico hay avances tras la despenalización de delitos de prensa a escala federal, promulgada en abril de 2007 y un convenio para la instrumentación del "Mecanismo para la Protección de Periodistas", la cual fue ratificada a nivel federal en noviembre de 2010.
Experiencias de los riesgos de los comunicadores, hay muchas; sin embargo, hay un sinnúmero de advertencias y amenazas contra comunicadores que no se denuncian, porque sabemos que La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertadde Expresión de la PGR, se ha convertido en un elefante blanco que solo ha servido –desde su creación-, en archivo de expedientes de asesinatos contra comunicadores en México.
Organismos de derechos humanos estatales y federales, así como internacional, han repudiado la agresión a periodistas, pero todos hacen oídos sordos.
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