Por: Antonio De Marcelo, Foto: Luis A. Barrera
De nueva cuenta una madre de familia fue engañada por presunto secuestrador, que resultó ser sólo un simulador que ya le había sacado tarjetas de crédito, joyas y dinero, pero se engolosinó, ahora quería hasta el carro, de manera que la codicia lo llevó a prisión, pues al tratar de cobrar fue detenido.
Este modo de operar ya es ampliamente conocido, aunque muchas familias han sido engañadas, cuando al teléfono de su casa llega una llamada donde se escucha la voz de un joven que dice con voz llorosa y temerosa: "mamá me subieron a una camioneta negra, me tienen secuestrado" y de inmediato se escucha la voz de un hombre que usa el factor sorpresa, la confusión, el temor de un ser querido secuestrado e inicia una negociación.
Así le ocurrió a esta mujer con domicilio en Atizapán de Zaragoza, que recibió la llamada y al pensar que en efecto su hijo estuviera secuestrado inició las negociaciones con el hombre al otro lado del teléfono.
Las primeras instrucciones fueron que en una bolsa negra colocara dinero en efectivo, aparatos electrónicos y tarjetas de crédito, lo que tendría que llevar en un vehículo Jetta propiedad de la familia, aunque la señora dijo no saber manejar.
Ante esto le dijo que sería por medio de taxis, con lo cual la fue guiando hasta el aeropuerto de la ciudad de México, y mientras esta madre de familia vivía la angustia de creer que su hijo estaba secuestrado.
El malvado extorsionador hizo a esta mujer ir a un hospital, a San Ciprián en el Centro de la ciudad, donde dejaría la bolsa debajo de una camioneta.
Luego la hizo entrar a un hotel a donde le daría más instrucciones, ya que se puso nerviosa y no pudo ingresar los números de las tarjetas.
Desde ahí la mujer llamó a su casa para que le apoyaran a atender las exigencias del presunto secuestrador, pero fue entonces que descubrió el engaño, pues su hijo se encontraba sano y salvo en su domicilio, por lo que fue solicitado el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) los que le tendieron una trampa y justo cuando el extorsionador iba a cobrar fue detenido.
Al caer en manos de la policía dijo llamarse Luis Manuel Albarrán Nopaltitla, quien aceptó haber usado el modus operandi conocido como "El Chillón" para asustar a la mujer.
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