Por: Noel F. Alvarado.
En los penales federales de máxima seguridad del país donde se concentran los presos con mayor poder económico como jefes de los cárteles de las drogas; los más violentos y los de mayores capacidades físicas, cuentan con siete círculos de seguridad, entre los que destaca la llamada zona de "hombre muerto", que es una zona prohibida, donde si el interno llega, el Estado tiene la facultad de dispararle. Además del componente tecnologico a las penas y sistemas de inteligencia y contrainteligencia. Con ello se han evitado fugas y motines, durante la administración del secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.
en los centros de máxima seguridad se han implementado círculos de seguridad, para evitar fuga, los cuales son sistemas independientes y a cargo de distintas áreas, cuya información es compartimentada, con estrictos tramos de control.
"Los muros de la prision de máxima seguridad no fallaron durante la fuga del Chapo, fallaron los sistemas y los controles", aseguraron especialistas y expertos en seguridad.
A pesar del incremento de 3, 164 a mas de 20 mil internos bajo custodia federal a agosto de 2012, el sistema Penitenciario Federal a cargo de Genaro García Luna, no ha registrado ninguna fuga.
Los círculos de seguridad, consisten en la instalación física del módulo donde se encuentran recluidos; el segundo, es la barda de la zona de patios; un tercer circulo, es de sensores infrarrojos y de movimientos en zona prohibida; un cuarto circulo de seguridad es el sistema de cámaras de vigilancia, cuya recepción de imagen y control son remotos - es decir fuera de las instalaciones de los penales en un área que no reporta al director del penal no al orgáno desconcentrado de readaptación social.
Un quinto circulo de seguridad, es la llamada zona de "hombre muerto", que es una zona prohibida, donde si el interno llega, el Estado tiene la facultad de dispararle; un sexto circulo es la barda perimentral con torres de control y guardias armados, con la facultad de disparar a quien intente escapar y el septimo y último circulo, es una zona de seguridad con aduanas de control a cargo de la Policía Federal.
En el nuevo sistema penitenciario federal, se han puesto en marcha cinco ejes primordiales que consisten en el objetivo de recepción y reclasificación, la homologación de la operación penitenciaria, el uso de la infraestructura como recurso del proceso de reinserción, la formación capacitación y actualización del personal penitenciario y la integración y operación del registro nacional del sistema nacional penitenciaria.
Las metas logradas han sido asumir la custodia total de los internos del fuero federal en instalaciones administradas por el gobierno Federal, coadyuvar con los sistemas estales con aquellos internos que demandan medidas especiales de reclusión, adecuar y fortalecer el sistema penitenciario para cumplir con los ejes de reinserción social y profesionalizar la administración penitenciaria.
Siete de los Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso) fueron certificados ya por la Asociación Americana de Correcciones y se presentó al Congreso el Proyecto de Ley para el Sistema Penitenciario y de Ejecución de Sanciones, para actualizar el marco jurídico penitenciario. Se recuperaron más de mil 200 espacios en los Ceferesos, 1, 2, 3 y 4; además de que se amplió el Cefereso 4, con lo que se ganaron 4 mil nuevos espacios; y se emprendió la recuperación del Complejo Penitenciario Islas Marías, que permitió obtener 8 mil nuevos espacios.
En la presente administración se construyeron seis centros penitenciarios varoniles, los cuales están ubicados en los estados de Chiapas, Durango, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Sonora; así como dos femeniles más en Coahuila y Morelos. En 2009 se puso en marcha la Academia Nacional de Administración Penitenciaria, única de su tipo en el país, que ha permitido la capacitación de 31 generaciones con 4 mil 518 custodios de nuevo ingreso al sistema penitenciario federal. "Todos han acreditado las evaluaciones de control de confianza".
Se ha enviado a Estados Unidos a 370 instructores para que reciban capacitación y estos a su vez repliquen los conocimientos adquiridos entre el personal que custodia los penales federales.
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