Urge un cambio social desde la amplia expresión del Estado y volver a sembrar el valor de ley, la justicia y la libertad.

 

 

Por: Armando Maceda

En México urge un cambio social desde el significado y la amplia expresión del Estado y en donde se  siembre en la mente de cada uno de los mexicanos el valor de la ley, la justicia, la libertad, la transparencia y la igualdad, afirmó el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam.

Ese es el cambio social que se requiere para generar valores y prácticas distintas a las que prevalecen actualmente, indicó el legislador en el marco de la ceremonia del CCII Aniversario del Inicio de la Independencia de México.

 "Una cultura ciudadana que no permita más ni las pequeñas infracciones a la ley, que ha conducido con el tiempo a una perniciosa cultura de corrupción y de delito, ni las fallas de autoridades que conducen a un sistema de impunidades reiteradas".

El priista dijo que si ese objetivo se logra sin las divisiones y divergencias que a lo largo de la historia han generado "un obstáculo a veces infranqueable", se estarán dando los primeros pasos rumbo al cambio social que se quiere.

Recordó el papel del Legislativo en la elaboración de normas de conducta y dijo que para ello se necesita, fundamentalmente, oír todas las voces; "estar dispuestos a escuchar con la mente abierta; buscar, en la razón de todos, las razones comunes para lograr la razón de la mayoría".

Esto es crucial "para que las instituciones del Estado no sólo tengan la legalidad que otorga el voto, sino la legitimidad que otorga la credibilidad ganada en el ejercicio del gobierno", aseguró.

Gobernar –agregó- "es asumir responsabilidades, pero la categoría de ciudadano también obliga a asumirse como tal".

Señaló que si bien es cierto que el combate a los principales problemas que padecemos se requiere de un gobierno eficaz, "la responsabilidad del cambio más profundo y necesario en nuestro país es de todos".

Indicó que la transición democrática de nuestros días brinda "una gran oportunidad" para pensar y repensar nuestro futuro, para que no sea la circunstancia la que lo configure.

"No debemos mirar al destino como algo predeterminado o inmutable. Necesitamos ser capaces de construirlo a partir de nuestras esperanzas y de nuestros anhelos; debemos ser capaces de crearlo con las herramientas de justicia en el entorno de libertad en el que vivimos".