El Pleno Camaral solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Comisión Nacional Forestal, inicien acciones y destinen recursos para el control y combate de la plaga de insectos descortezadores que actualmente ataca las zonas boscosas de Durango.
La proponente del punto de acuerdo, aprobado en votación económica, diputada Sonia Catalina Mercado Gallegos (PRI) expresó que esta situación afecta a más de 25 mil silvicultores en la entidad, quienes tienen una superficie total de 12 millones 318 mil 100 hectáreas, de las cuales cuatro millones 989 mil 401 son bosques, lo que representa el 41 por ciento de la superficie.
Agregó que desde hace varios años Durango ha ocupado el primer lugar en producción maderable a nivel nacional. Por ello, urgen medidas de control y combate de las plagas y enfermedades que causan graves daños a los ecosistemas y a la economía del sector forestal.
Mercado Gallegos detalló que con base a los informes de la Comisión Nacional Forestal, en Durango se han registrado más de 160 incendios, que han causado daños a más de 10 por ciento de la superficie forestal, derivado de la falta de lluvias.
Es apremiante, dijo, el esfuerzo de los diferentes órdenes de gobierno para controlar el problema fitosanitario generado por el ataque de plagas, principalmente insectos descortezadores.
Se necesita que las autoridades federales implementen acciones que permitan controlar y erradicar las plagas, con la finalidad de que los propietarios de los bosques y los que se dedican a la actividad forestal no pongan en riesgo su patrimonio. Además, se implante el Programa de Empleo Temporal, con la finalidad de mitigar las necesidades más apremiantes de las comunidades afectadas.
El diputado Julio César Flemate Ramírez (PRI) resaltó que este problema no sólo se da en Durango, sino también en la Sierra Fría de Zacatecas; en la Sierra de Órganos de Sombrerete; en la Sierra de Valparaíso y de Monte Escobedo, así como la Sierra de Morones y de Nochistlán.
Mencionó que pese a los esfuerzos de diferentes sectores gubernamentales y sociales en México, al menos el 50 por ciento de la superficie original forestal del país ha desaparecido o deteriorado y perdido su papel ecológico original.
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