LONDRES, Inglaterra 23 de octubre (OEM-Reuters).- Sólo 23 personas estuvieron hoy en el bautizo del príncipe Jorge de Inglaterra, en un signo de lo mucho que sus padres intentan guardar la privacidad de un bebé nacido para ser rey.
El príncipe Guillermo, cuya madre Diana murió en un accidente de coche en París en 1997, perseguida por paparazzi, y su esposa Catalina sólo invitaron a familiares muy cercanos y a los padrinos, según la lista difundida antes de la ceremonia.
La reina Isabel II, el príncipe Felipe; el heredero al trono, el príncipe Carlos; su mujer Camilla y el hermano de Guillermo, Enrique, acudieron al servicio en el cual el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, bautizó al bebé de tres meses, con agua del río Jordán.
Aunque el bautizo se celebró a puerta cerrada en la capilla real del palacio de St James, los simpatizantes se congregaron en el exterior, esperando ver llegar a los invitados al edificio del siglo XVI en el centro de Londres, que ordenó construir el rey Enrique VIII.
Millones de personas siguieron la cobertura de la pareja en julio cuando salieron del hospital con su hijo, la única vez que se ha visto en público al príncipe Jorge desde su nacimiento el 22 de julio.
Los padres nombraron a seis amigos y a la prima de Guillermo Zara Phillips como padrinos, rompiendo con la tradición de elegir a dignatarios reales para asumir el papel ceremonial y para continuar con su esfuerzo de reflejar una imagen más informal y moderna con los británicos, afectados por las medidas de austeridad.
Los padres de Catalina, Michael y Carole Middleton, y su hermana Pippa, también estaban entre los invitados. Una amiga de la princesa Diana, Julia Samuel, es una de las madrinas, junto a la amiga del colegio de Catalina, Emilia Jardine-Paterson.
"Esta no es una ocasión estatal sino familiar y creo que la pareja real quiere mantener a Jorge fuera del ojo público cuanto sea posible para darle una educación normal", dijo Clarissa Campbell, historiadora de monarquía en la universidad Anglia Ruskin.
El palacio llamó a Json Bell, de 44 años, más conocido por sus retratos de estrellas del rock y actores de Hollywood, para ser uno de los fotógrafos que inmortalizara el bautizo.
También se espera que Bell haga el primer retrato de cuatro generaciones de la familia real en más de 100 años, con la Reina y sus tres herederos directos, Carlos, Guillermo Jorge.
Un portavoz real dijo que Jorge llevó un manto de satén blanco que es una réplica de uno realizado en 1841 para el bautizo de la hija mayor de la reina Victoria. Después se sirvió un pastel como el cocinado para la boda de Guillermo y Catalina en 2011, durante un té privado.
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