BEIRUT, Líbano, (OEM-AP).- Una enorme explosión provocó la muerte de cinco personas al sacudir un bastión del grupo extremista chií Hezbolá en los suburbios del sur de la capital libanesa, al tiempo que dejó automóviles en llamas y enormes daños en un edificio.
Hasta el momento se desconoce la naturaleza del estallido durante la hora de mayor tránsito en el vecindario Haret Hreik, pero un funcionario libanés de seguridad dijo que aparentemente se debió a un automóvil bomba.
Si se confirma que se trató de un atentado, sería el más reciente en una oleada de ataques en Líbano en los últimos meses a medida que la guerra civil en Siria se extiende poco a poco hacia su vecino. Los ataques han tenido como blanco tanto vecindarios suníes como chiíes, lo cual ha azuzado aún más las tensiones sectarias ya de por sí elevadas debido a la guerra siria.
El Ministerio de Salud de Líbano informó que al menos cinco personas perdieron la vida y 20 resultaron heridas en la explosión, que dejó automóviles reducidos a escombros y destrozó ventanales en tiendas.
Las imágenes transmitidas en la televisora Al-Manar de Hezbolá mostraban a los bomberos mientras apagaban varios automóviles en llamas. Al menos un edificio quedó sin fachada y diversas construcciones vecinas también registraron daños.
Al-Manar indicó que el estallido ocurrió "a unos metros del politburó de Hezbolá", pero no tenía esa oficina como blanco.
Agentes de seguridad de Hezbolá y efectivos libaneses intentaban acordonar el área para evitar que las multitudes enfurecidas llegaran a ella.
"De repente, toda el área se llenó de luz y comenzamos a correr", dijo Ali Oleik, un contador que labora en un edificio de oficinas cercano, a The Associated Press. "Vi dos cadáveres en la calle, uno de una mujer y otro de un hombre en una motocicleta que estaba totalmente deformado".
Las autoridades llevaron perros entrenados para detectar explosivos y en algún momento dijeron que podría haber otra bomba, lo que hizo que la gente se alejara presa del pánico.
La explosión se produjo apenas una semana después de que un vehículo bomba explotara en el centro de Beirut y ello provocara la muerte de un importante político suní que había sido crítico del presidente sirio Bashar Assad y sus aliados de Hezbolá.
Los suburbios del sur de Beirut, que alguna vez parecieran el bastión impenetrable de apoyo a Hezbolá, también han sido atacados varias veces en los últimos meses.
El barrio de Haret Hreik donde ocurrió el estallido hoy jueves está cerca del distrito de Beir al-Abed, donde un poderoso automóvil bomba dejó casi 20 muertos en agosto.
Los ataques incrementan las posibilidades de que un Líbano profundamente dividido se vea arrastrado cada vez más al conflicto sirio, el cual se libra cada vez más bajo las divisiones sectarias entre los suníes y los chiíes.
Los rebeldes suníes de Siria y grupos milicianos islamistas que luchan para derrocar a Assad han amenazado con atacar los bastiones de Jezbolá en Líbano como venganza por su intervención en el conflicto en favor del régimen de Assad.
Hasta el momento se desconoce la naturaleza del estallido durante la hora de mayor tránsito en el vecindario Haret Hreik, pero un funcionario libanés de seguridad dijo que aparentemente se debió a un automóvil bomba.
Si se confirma que se trató de un atentado, sería el más reciente en una oleada de ataques en Líbano en los últimos meses a medida que la guerra civil en Siria se extiende poco a poco hacia su vecino. Los ataques han tenido como blanco tanto vecindarios suníes como chiíes, lo cual ha azuzado aún más las tensiones sectarias ya de por sí elevadas debido a la guerra siria.
El Ministerio de Salud de Líbano informó que al menos cinco personas perdieron la vida y 20 resultaron heridas en la explosión, que dejó automóviles reducidos a escombros y destrozó ventanales en tiendas.
Las imágenes transmitidas en la televisora Al-Manar de Hezbolá mostraban a los bomberos mientras apagaban varios automóviles en llamas. Al menos un edificio quedó sin fachada y diversas construcciones vecinas también registraron daños.
Al-Manar indicó que el estallido ocurrió "a unos metros del politburó de Hezbolá", pero no tenía esa oficina como blanco.
Agentes de seguridad de Hezbolá y efectivos libaneses intentaban acordonar el área para evitar que las multitudes enfurecidas llegaran a ella.
"De repente, toda el área se llenó de luz y comenzamos a correr", dijo Ali Oleik, un contador que labora en un edificio de oficinas cercano, a The Associated Press. "Vi dos cadáveres en la calle, uno de una mujer y otro de un hombre en una motocicleta que estaba totalmente deformado".
Las autoridades llevaron perros entrenados para detectar explosivos y en algún momento dijeron que podría haber otra bomba, lo que hizo que la gente se alejara presa del pánico.
La explosión se produjo apenas una semana después de que un vehículo bomba explotara en el centro de Beirut y ello provocara la muerte de un importante político suní que había sido crítico del presidente sirio Bashar Assad y sus aliados de Hezbolá.
Los suburbios del sur de Beirut, que alguna vez parecieran el bastión impenetrable de apoyo a Hezbolá, también han sido atacados varias veces en los últimos meses.
El barrio de Haret Hreik donde ocurrió el estallido hoy jueves está cerca del distrito de Beir al-Abed, donde un poderoso automóvil bomba dejó casi 20 muertos en agosto.
Los ataques incrementan las posibilidades de que un Líbano profundamente dividido se vea arrastrado cada vez más al conflicto sirio, el cual se libra cada vez más bajo las divisiones sectarias entre los suníes y los chiíes.
Los rebeldes suníes de Siria y grupos milicianos islamistas que luchan para derrocar a Assad han amenazado con atacar los bastiones de Jezbolá en Líbano como venganza por su intervención en el conflicto en favor del régimen de Assad.
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