Enrique Hernández, Texto y foto
Luego de las fiestas de fin de año, los mexicanos volvemos a la "cruda realidad", ya que la cascada de aumentos ha pegado más en el ánimo que una resaca. "Ya ni para el chesco, ni pa, papas alcanza", señaló con enojo uno de los tantos trabajadores que perciben diario un salario mínimo.
Y es que el día de ayer, los productos chatarra y las bebidas azucaradas como los refrescos se incrementaron oficialmente de precio al aplicarse uno de los rubros de la reforma hacendaria.
Aunque en el caso de los refrescos y las frituras, desde el mes de diciembre las compañías se adelantaron y encarecieron los productos.
Respecto a los refrescos o bebidas azucaradas, el encarecimiento, según la reforma, es de un peso por litro. Cabe resaltar que en las presentaciones de envases de 400 y 600 ml. El alza fue de un peso.
Para muchos consumidores "es un abuso", ya que por ser la mitad de un litro sólo tenían que aumentar 50 centavos.
"Nos cobran siempre lo que quieren, lo malo es que la autoridades permiten este tipo de atropellos", manifestó el señor Javier Ramírez.
En el caso de las frituras, el incremento también fue de un peso, sobre todo en las de pesaje menor, ya dependiendo el gramaje, fue el alza.
Aunado a estos dos productos, característicos de los productos chatarra, también tuvo un incremento el pan empaquetado, sobre todo los pastelitos, yogurt, así como los chocolates.
Los derivados de harinas, tales como galletas, tortillas en bolsa, aumentaron un peso en promedio.
Aunado a esto, el precio por kilogramo de gas doméstico, ayer como ha sucedido desde hace años, se dio su primera alza. La gasolina también encareció, esta vez fue de 19 centavos con un impuesto que se cobrará sólo un mes.
"El panorama con tanto aumento es desalentador, negro, pero hay que sacar el optimismo y enfrentar la carestía", recalcó la señora Sofía García, quien tiene tres hijos.
Luego de las fiestas de fin de año, los mexicanos volvemos a la "cruda realidad", ya que la cascada de aumentos ha pegado más en el ánimo que una resaca. "Ya ni para el chesco, ni pa, papas alcanza", señaló con enojo uno de los tantos trabajadores que perciben diario un salario mínimo.
Y es que el día de ayer, los productos chatarra y las bebidas azucaradas como los refrescos se incrementaron oficialmente de precio al aplicarse uno de los rubros de la reforma hacendaria.
Aunque en el caso de los refrescos y las frituras, desde el mes de diciembre las compañías se adelantaron y encarecieron los productos.
Respecto a los refrescos o bebidas azucaradas, el encarecimiento, según la reforma, es de un peso por litro. Cabe resaltar que en las presentaciones de envases de 400 y 600 ml. El alza fue de un peso.
Para muchos consumidores "es un abuso", ya que por ser la mitad de un litro sólo tenían que aumentar 50 centavos.
"Nos cobran siempre lo que quieren, lo malo es que la autoridades permiten este tipo de atropellos", manifestó el señor Javier Ramírez.
En el caso de las frituras, el incremento también fue de un peso, sobre todo en las de pesaje menor, ya dependiendo el gramaje, fue el alza.
Aunado a estos dos productos, característicos de los productos chatarra, también tuvo un incremento el pan empaquetado, sobre todo los pastelitos, yogurt, así como los chocolates.
Los derivados de harinas, tales como galletas, tortillas en bolsa, aumentaron un peso en promedio.
Aunado a esto, el precio por kilogramo de gas doméstico, ayer como ha sucedido desde hace años, se dio su primera alza. La gasolina también encareció, esta vez fue de 19 centavos con un impuesto que se cobrará sólo un mes.
"El panorama con tanto aumento es desalentador, negro, pero hay que sacar el optimismo y enfrentar la carestía", recalcó la señora Sofía García, quien tiene tres hijos.
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