Pedro Montes de Oca
La falta de claridad en el acuerdo pactado entre el Gobierno Federal y los grupos de autodefensa en Michoacán, evidencia la fallida estrategia nacional de seguridad y pone en franca vulnerabilidad a la institución con más credibilidad en el país, como es el Ejército, aseguró el diputado federal Carlos Augusto Morales López.
Pasando por encima del artículo 17 de la Constitución, que establece que nadie podrá hacer justicia por su propia mano, indicó el legislador del Partido de la Revolución Democrática, el Gobierno Federal no sólo institucionalizó a estos grupos integrándolos a las guardias rurales, sino que les permite portar armas de uso exclusivo del Ejército, cuando antes había señalado que las autodefensas estaban vinculadas al crimen organizado.
Morales López recordó que el Gobierno Federal y los principales líderes de las autodefensas pactaron un acuerdo de ocho puntos para legalizar su presencia en los diversos poblados de Michoacán, a fin de incorporar a la población armada a la policía comunitaria, es decir, a los cuerpos rurales del Ejército Mexicano, para recibir capacitación y equipo de comunicación, con el objetivo de institucionalizarlos y con ello eliminar el riesgo de que se conviertan en grupos guerrilleros que en el futuro confronten al Estado.
Sin embargo, agregó, no quedan claros algunos aspectos de este acuerdo; por ejemplo, el origen de los recursos con los que cuentan estos grupos para funcionar y adquirir las armas que portan sus integrantes, sobre todo cuando antes el propio Gobierno Federal aseguró que el crimen organizado, los grandes carteles de narcotráfico, estaban detrás de ellos.
Señaló que aristas como ésta, alientan el riesgo de una posible paramilitarización, porque no existe la garantía de que las autodefensas estén sometidas a un verdadero control. Muestra de ello es lo que ocurrió al día siguiente de que se firmó el convenio con el Gobierno Federal, cuando uno de estos grupos avanzó al municipio de Los Reyes, que no forma parte de Tierra Caliente, que es considerada la zona en conflicto en Michoacán.
Así, insistió, esta situación pone en franca vulnerabilidad al Ejército Mexicano, la institución con más credibilidad en el país, pues 80% de la población confía en el trabajo que realiza. "En todo movimiento de masas, no hay instituciones cuya estrategia tenga la capacidad de cooptar multitudes movilizadas y armadas. Las autodefensas, aunque sus líderes digan lo contrario, desafían al monopolio legítimo de la seguridad pública que corresponde al Estado, en la cual forma parte fundamental el Ejército", indicó.
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