El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, encabezó en el Hemiciclo a Juárez la ceremonia solemne por el CCVIII aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas, con lo que refrendó su compromiso de honrar la memoria de Benito Juárez García.
Por segundo año consecutivo, contrario a la tradición de los gobiernos panistas, el titular del Ejecutivo Federal montó una guardia de honor y depositó una ofrenda floral en el hemiciclo, ubicado en la Alameda Central.
Peña Nieto estuvo flanqueado por los presidentes de la Cámara de Diputados, José González Morfín, y del Senado de la,República, Raúl Cervantes, así como por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza.
Acompañado por los integrantes del gabinete legal y ampliado, el Mandatario federal encabezó la ceremonia de no más de tres minutos, en memoria de quien fuera Presidente de la República de 1857, hasta su muerte en 1872.
Antes de retirarse, Peña Nieto saludó a los integrantes de su gabinete legal y ampliado, pero resaltó el diálogo que sostuvo con Monte Alejandro Rubido, nuevo Comisionado Nacional de Seguridad, a quien abrazó y le dio un fuerte apretón de manos.
También saludó e intercambió un breve diálogo con familiares de don Benito Juárez, entre ellos Carmen Sánchez de Moreno y Enriqueta Obregón de Cortina, a quienes expresó su respeto y admiración por este gran hombre.
Previamente, la Presidencia de la República posteó en su página Web una cita del Ejecutivo Federal en donde refrendó que el legado de Benito Juárez perdura y alienta el compromiso de construir una sociedad en el que todos los derechos que consagra la Constitución alcancen a todos los mexicanos.
Por segundo año consecutivo, contrario a la tradición de los gobiernos panistas, el titular del Ejecutivo Federal montó una guardia de honor y depositó una ofrenda floral en el hemiciclo, ubicado en la Alameda Central.
Acompañado por los integrantes del gabinete legal y ampliado, el Mandatario federal encabezó la ceremonia de no más de tres minutos, en memoria de quien fuera Presidente de la República de 1857, hasta su muerte en 1872.
Antes de retirarse, Peña Nieto saludó a los integrantes de su gabinete legal y ampliado, pero resaltó el diálogo que sostuvo con Monte Alejandro Rubido, nuevo Comisionado Nacional de Seguridad, a quien abrazó y le dio un fuerte apretón de manos.
También saludó e intercambió un breve diálogo con familiares de don Benito Juárez, entre ellos Carmen Sánchez de Moreno y Enriqueta Obregón de Cortina, a quienes expresó su respeto y admiración por este gran hombre.
Previamente, la Presidencia de la República posteó en su página Web una cita del Ejecutivo Federal en donde refrendó que el legado de Benito Juárez perdura y alienta el compromiso de construir una sociedad en el que todos los derechos que consagra la Constitución alcancen a todos los mexicanos.
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