Alejandro Colón
"Los mexicanos lo quisimos y lo habremos de querer siempre. Hoy, unidos Colombia y México, le rendimos un solemne homenaje desde el Palacio de Bellas Artes. Lo despedimos con la alegría de su vida y con la emoción de sus libros, convencidos de que Gabriel García Márquez se queda entre nosotros"
Así dijo el Presidente Enrique Peña Nieto al reconocer que el fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez es el más grande novelista de América Latina de todos los tiempos, por lo que en el homenaje nacional que se le tributó en el Palacio de Bellas Artes, admitió que su muerte "es una gran pérdida no sólo para la literatura sino para toda la Humanidad".
Acompañado por su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos, el Mandatario mexicano montó una guardia de honor en el nicho que contienen las cenizas del autor, y refirió que las letras hispánicas, incluso, lo han comparado por la crítica con el propio Miguel de Cervantes, el creador de la novela moderna.
Ante la esposa de García Márquez, Mercedes Barcha, sus hijos Rodrigo y Gonzalo, así como sus nietos, el Presidente, a nombre de su esposa, Angélica Rivera, reiteró sus más sentidas condolencias por esta pérdida que el mundo siente profundamente.
Ante intelectuales, escritores, académicos y artistas, Peña Nieto destacó en su discurso, desde un atril, que la imaginación es una de las más poderosas herramientas humanas y García Márquez la llevó por caminos inexplorados y en ese extraordinario recorrido nos invitó a viajar con él.
Dijo que por America Latina luchó con ideas y obras.
El Jefe del Ejecutivo hizo una remembranza de García Márquez, de quien recordó en 1982 cuando recibió el máximo galardón al que un escritor pudiera aspirar: el Premio Nóbel de Literatura.
Y refrendó que para orgullo de México, nuestro país fue segundo hogar de García Márquez, "entre nosotros vivió por cinco décadas", celebró al recordar que vino con su familia en 1961, procedente de Nueva York, en un atardecer de mayo, con 20 dólares y sin nada en el porvenir, como lo refiriese el propio escritor.
Subrayó que en México, García Márquez encontró su espacio y vocación para vivir y consagrarse a la literatura.
Recordó a bien el encuentro de García Márquez con las letras mexicanas, cuando Alvaro Mutis le entregó dos libros de Juan Rulfo, uno de los cuales, "Pedro Páramo" fue el único que leyó en ese año, al considerar que no había nada más que leer.
"Justamente, al llevar a su familia al puerto de Acapulco, tuvo una profunda inspiración, la primera frase de su gran novela. Era el comienzo de "Cien Años de Soledad". García Márquez contó que dio media vuelta en su auto y regresó a escribir esta novela inmortal", celebró,
Para alegría y honra de los mexicanos, consideró, nuestro homenajeado escribió en la ciudad de México la obra que le otorgó reconocimiento mundial, al tiempo que subrayó la importancia de los textos que escribió respecto a nuestro país.
"Los mexicanos lo quisimos y lo habremos de querer siempre. Hoy, unidos Colombia y México, le rendimos un solemne homenaje desde el Palacio de Bellas Artes. Lo despedimos con la alegría de su vida y con la emoción de sus libros, convencidos de que Gabriel García Márquez se queda entre nosotros", anotó.
"Los mexicanos lo quisimos y lo habremos de querer siempre. Hoy, unidos Colombia y México, le rendimos un solemne homenaje desde el Palacio de Bellas Artes. Lo despedimos con la alegría de su vida y con la emoción de sus libros, convencidos de que Gabriel García Márquez se queda entre nosotros"
Así dijo el Presidente Enrique Peña Nieto al reconocer que el fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez es el más grande novelista de América Latina de todos los tiempos, por lo que en el homenaje nacional que se le tributó en el Palacio de Bellas Artes, admitió que su muerte "es una gran pérdida no sólo para la literatura sino para toda la Humanidad".
Acompañado por su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos, el Mandatario mexicano montó una guardia de honor en el nicho que contienen las cenizas del autor, y refirió que las letras hispánicas, incluso, lo han comparado por la crítica con el propio Miguel de Cervantes, el creador de la novela moderna.
Ante la esposa de García Márquez, Mercedes Barcha, sus hijos Rodrigo y Gonzalo, así como sus nietos, el Presidente, a nombre de su esposa, Angélica Rivera, reiteró sus más sentidas condolencias por esta pérdida que el mundo siente profundamente.
Ante intelectuales, escritores, académicos y artistas, Peña Nieto destacó en su discurso, desde un atril, que la imaginación es una de las más poderosas herramientas humanas y García Márquez la llevó por caminos inexplorados y en ese extraordinario recorrido nos invitó a viajar con él.
El Jefe del Ejecutivo hizo una remembranza de García Márquez, de quien recordó en 1982 cuando recibió el máximo galardón al que un escritor pudiera aspirar: el Premio Nóbel de Literatura.
Subrayó que en México, García Márquez encontró su espacio y vocación para vivir y consagrarse a la literatura.
"Justamente, al llevar a su familia al puerto de Acapulco, tuvo una profunda inspiración, la primera frase de su gran novela. Era el comienzo de "Cien Años de Soledad". García Márquez contó que dio media vuelta en su auto y regresó a escribir esta novela inmortal", celebró,
Para alegría y honra de los mexicanos, consideró, nuestro homenajeado escribió en la ciudad de México la obra que le otorgó reconocimiento mundial, al tiempo que subrayó la importancia de los textos que escribió respecto a nuestro país.
"Los mexicanos lo quisimos y lo habremos de querer siempre. Hoy, unidos Colombia y México, le rendimos un solemne homenaje desde el Palacio de Bellas Artes. Lo despedimos con la alegría de su vida y con la emoción de sus libros, convencidos de que Gabriel García Márquez se queda entre nosotros", anotó.
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