TEHERAN, Irán, (OEM-EFE).- Las autoridades judiciales iraníes suspendieron hoy la ejecución de un preso en el norte de Irán, que llevaba tres minutos colgando en la horca, después de que éste recibiera el perdón de los familiares de la víctima.
Mientras el preso aún colgaba de la horca pero antes de que falleciera, la familia de su víctima (que habitualmente es invitada para darle una patada a la silla del reo y que éste muera) decidió perdonarle.
En Irán está vigente la "quesas", la ley islámica de "retribución", que exige el pago de sangre con sangre y contempla la pena capital para varios delitos, entre ellos el asesinato, pero que también otorga a la familia de la víctima el derecho a perdonar la vida al condenado.
Cada año, cientos de personas son ejecutadas en la horca en Irán, alrededor de 80 por ciento de ellas por tenencia o tráfico de drogas, pero también por delitos como violación o asesinato.
Esta mañana, las autoridades ejecutaron en la horca en público a tres hombres condenados por el asesinato de en noviembre pasado de un fiscal de la provincia de Sistán-Baluchistán, fronteriza con Pakistán y Afganistán.
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