Fotos: Ignacio Huitzil
Enrique Hernández
Jennifer, la chica que salió sólo a bailar, esa noche del 25 de mayo de 2013, un día antes de que la secuestraran, ayer, sus restos fueron descendidos a su última morada en un ambiente de llanto.
Vestidos de blanco, familiares, así como amigos y por supuesto parientes de las otras víctimas, acompañaron el cortejo fúnebre hacia el panteón Francés.
En medio de ese río de gente, iba la señora Julieta, madre de la joven, quien fue coartado su sueño para siempre, por el simple hecho de estar en el lugar y la hora equivocados.
Antes de que su ataúd descendiera a la madre tierra, los presentes oraron con nostalgia y pidieron justicia.
La señora Julieta, una vez que le dio cristiana sepultura a su hija, se dio prisa para llegar a la Procuraduría capitalina, donde presentaron a "El Javi", quien es señalado como uno de los autores intelectuales de la muerte de las 13 jóvenes.
"Vengo a exigir justicia, me vine a este lugar, una vez que enterré a mi hija. La autoridad no nos avisó, no sabemos nada del tipo que presentaron", recalcó.
Jennifer hacía y vendía muñecos de peluche en el Centro de la ciudad y tiene un hijo, de seis años.
Monserrat y Jennifer, dos de los trece asesinados, se conocían porque los hijos de la primera iban a la escuela de los sobrinos de quien ayer fue sepultada.
Ambas viven en la Colonia Moctezuma, al oriente de la capital, y no en el barrio de Tepito, por eso esa noche, fueron juntas a divertirse al bar Heaven.
Desde hace días, los cadáveres, han sido recogidos por los familiares, uno a uno, ayer Jennifer fue la penúltima y el sábado se espera que los restos de Gabriela, otra de las víctimas, sean reconocidos por sus familiares.
Con ello concluiría la entrega y reconocimiento de cuerpos, sin embargo, la mayor parte de los familiares, aseguran que se cierra un capítulo, pero no el desenlace, "no vamos a descansar hasta ver a todos los culpables pagando su delito", recaló la señora Julieta, madre de Jennifer.
Vestidos de blanco, familiares, así como amigos y por supuesto parientes de las otras víctimas, acompañaron el cortejo fúnebre hacia el panteón Francés.
En medio de ese río de gente, iba la señora Julieta, madre de la joven, quien fue coartado su sueño para siempre, por el simple hecho de estar en el lugar y la hora equivocados.
Antes de que su ataúd descendiera a la madre tierra, los presentes oraron con nostalgia y pidieron justicia.
La señora Julieta, una vez que le dio cristiana sepultura a su hija, se dio prisa para llegar a la Procuraduría capitalina, donde presentaron a "El Javi", quien es señalado como uno de los autores intelectuales de la muerte de las 13 jóvenes.
"Vengo a exigir justicia, me vine a este lugar, una vez que enterré a mi hija. La autoridad no nos avisó, no sabemos nada del tipo que presentaron", recalcó.
Jennifer hacía y vendía muñecos de peluche en el Centro de la ciudad y tiene un hijo, de seis años.
Monserrat y Jennifer, dos de los trece asesinados, se conocían porque los hijos de la primera iban a la escuela de los sobrinos de quien ayer fue sepultada.
Ambas viven en la Colonia Moctezuma, al oriente de la capital, y no en el barrio de Tepito, por eso esa noche, fueron juntas a divertirse al bar Heaven.
Con ello concluiría la entrega y reconocimiento de cuerpos, sin embargo, la mayor parte de los familiares, aseguran que se cierra un capítulo, pero no el desenlace, "no vamos a descansar hasta ver a todos los culpables pagando su delito", recaló la señora Julieta, madre de Jennifer.
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