Patricia Carrasco
Con la presencia de líderes representativos de las autodefensas michoacanas, como José Manuel Mireles, Hipólito Mora, el obispo Raúl Vera, el padre Alejandro Solalinde, entre otros, se realizó ayer el Encuentro Nacional de Autodefensas Ciudadanas. Ahí se convocó a pronunciarse a favor de la seguridad de todos los mexicanos, para que no sigan siendo víctimas de la violencia y sobre la urgencia de impartir justicia. Además se dejó en claro que es un movimiento pacífico, orientado a la paz, desarrollo, a la solidaridad y cooperación.
Reunidos en el Polyforum Siqueiros, José Manuel Mireles, levantó el brazo de Hipólito Mora para que se llevara el aplauso del respetable. Se dio el nombre de autodefensa de las víctimas al obispo Raúl Vera. Fue presentado al sacerdote Alejandro Solalinde, como "autodefensa de los migrantes". Aunque no estuvo presente el fundador del movimiento Justicia y Dignidad, Javier Sicilia.
Solalinde llamó a la sociedad civil "para pronunciarse a favor de la seguridad y protección ciudadana" como una "autodefensa sin armas" a través de un símbolo, colocando "una escoba o un instrumento de limpieza con un moño verde, en representación de un signo de confianza en la autodefensa de la sociedad civil".
Platicó sobre la caravana de migrantes que el próximo primero de junio saldrá de Ixtepec, Oaxaca; ésta "será una procesión que busca la piedad para el flujo migratorio desde hace años; el Estado mexicano es testigo de todo lo que está pasando; de 200 o más denuncias que hemos hecho sólo dos tuvieron respuesta y nunca se hizo justicia, el gobierno es responsable de todo esto y no puede omitirlo".
Aseguró: "exigimos que el Estado mexicano que no protege a los migrantes que lo haga y que les garantice el pleno ejercicio de todos sus derechos y que no impida que los defensores los defiendan, también exigimos que el Estado mexicano cambie de perspectiva, que salga de ese callejón sin salida para que dé paso al plan general de migración con otra perspectiva de Humanidad".
En su participación, el obispo Vera sostuvo que las víctimas se convierten en sujetos de transformación de la sociedad, "las víctimas se están convirtiendo en portadores de justicia, portadores de una mente sustentada en el derecho y la justicia".
"Debemos apropiarnos de lo que nos corresponde, el convertir a todas las víctimas en sujetos, tenemos que hacer un proceso de educación y conciencia en mucha gente. He vivido entre la pobreza de Guerrero, Chiapas, en el norte todas esa víctimas se tienen que hacer en un proceso para que mejoren la situación de todos los mexicanos", citó.
"Vengo desarmado porque luego me meten otra vez a la cárcel", manifestó Mora, entre risas, al llegar al recinto.
En su participación, el doctor Jaime Cárdenas, catedrático y estudioso del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo que "hay derechos que no se entregan como son la libertad, la vida y la propiedad -así cono la igualdad- por los que reclamó "el derecho a la legítima defensa".
Refirió que no se pretende rivalizar con el Estado, se busca presionarlo, incentivarlo, motivarlo a un cambio radical de actitud frente a los problemas nacionales, que acepte como mandato y no como sugerencia la necesidad de acabar con la violencia que desde el Estado o por la omisión del mismo se ha agravado en el país.
Cárdenas insistió que, ante la omisión del Estado para proteger la vida de los ciudadanos, "hay otras vías que no son antijurídicas como es el derecho a la autodefensa, a la soberanía popular establecido en el artículo 39 de la Constitución, en el artículo 136 que precisa el derecho de resistencia del pueblo de México que tiene derecho a recobrar su legitimidad.
Solalinde llamó a la sociedad civil "para pronunciarse a favor de la seguridad y protección ciudadana" como una "autodefensa sin armas" a través de un símbolo, colocando "una escoba o un instrumento de limpieza con un moño verde, en representación de un signo de confianza en la autodefensa de la sociedad civil".
Aseguró: "exigimos que el Estado mexicano que no protege a los migrantes que lo haga y que les garantice el pleno ejercicio de todos sus derechos y que no impida que los defensores los defiendan, también exigimos que el Estado mexicano cambie de perspectiva, que salga de ese callejón sin salida para que dé paso al plan general de migración con otra perspectiva de Humanidad".
En su participación, el obispo Vera sostuvo que las víctimas se convierten en sujetos de transformación de la sociedad, "las víctimas se están convirtiendo en portadores de justicia, portadores de una mente sustentada en el derecho y la justicia".
"Debemos apropiarnos de lo que nos corresponde, el convertir a todas las víctimas en sujetos, tenemos que hacer un proceso de educación y conciencia en mucha gente. He vivido entre la pobreza de Guerrero, Chiapas, en el norte todas esa víctimas se tienen que hacer en un proceso para que mejoren la situación de todos los mexicanos", citó.
"Vengo desarmado porque luego me meten otra vez a la cárcel", manifestó Mora, entre risas, al llegar al recinto.
En su participación, el doctor Jaime Cárdenas, catedrático y estudioso del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo que "hay derechos que no se entregan como son la libertad, la vida y la propiedad -así cono la igualdad- por los que reclamó "el derecho a la legítima defensa".
Cárdenas insistió que, ante la omisión del Estado para proteger la vida de los ciudadanos, "hay otras vías que no son antijurídicas como es el derecho a la autodefensa, a la soberanía popular establecido en el artículo 39 de la Constitución, en el artículo 136 que precisa el derecho de resistencia del pueblo de México que tiene derecho a recobrar su legitimidad.
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