Fotos: Jaime Llera
Raúl Macías
La madrugada de ayer, vecinos de la Colonia El Mirador en el perímetro de la Delegación Iztapalapa, fueron despertados por los estruendos de un arma de fuego; temerosa que una "bala perdida" pudiera alojarse en su cuerpo, la gente se tiró debajo de sus camas y a los pocos segundos escucharon una motoneta que se alejaba del lugar, dejando tirado en medio de un charco de sangre el cuerpo de un hombre de 29 años de edad.
Algunas de las personas que no pudieron contener la curiosidad y otros que salieron para ver si no se trataba de algún familiar, observaron a un joven con sangre en la cabeza y uno de ellos que se encontraba consciente de la tragedia le dio aviso al área de radiocomunicación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para que enviaran a unos agentes azules a resguardar la zona.
Rápidos y furiosos llegaron en dos patrullas los "tecolotes" y mientras que unos se dispusieron a acordonar el área para evitar que los curiosos siguieran contaminando la escena del crimen, los de la otra unidad recabaron algo de información y fueron en busca de un par de sujetos que viajaban en una motoneta, ya que se aseguraba que fueron los que balearon a quien fue identificado como Luis Enrique Rosas Benítez.
Sin embargo, regresaron, como regularmente pasa, con las manos vacías, ya que no lograron ubicar a los dos individuos.
Y es que una persona que aseguraba haber visto cómo ocurrieron los hechos, detalló que Luis Enrique caminaba la madrugada de ayer por la calle Morelos de la Colonia El Mirador de la Delegación Iztapalapa, considerada la más peligrosa de la ciudad de México.
Añadió el testigo, que el joven iba tranquilo, pero de pronto se escuchó una motoneta que era conducida a velocidad alta y que al estar cerca del ahora occiso, uno de los individuos accionó en dos ocasiones el arma que llevaba en la mano, y los disparos se alojaron en la cabeza de Luis Enrique, por lo que al verlo caer ya sin vida se dieron a la fuga.
Cuando llegaron los paramédicos, solamente decretaron que ya había dejado de existir, porque los dos impactos que recibió le perforaron el cráneo y un poco de masa encefálica se asomaba por la frente.
A su llegada, el agente del ministerio público de la Delegación Iztapalapa tomó fe de los hechos e inició la averiguación previa correspondiente por el delito de homicidio.
Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) marcaron la zona en donde quedó el cuerpo del joven y localizaron dos casquillos percutidos, por lo que fueron llevados al laboratorio para analizarlos, a la vez que se someterán a un estudio los videos de las cámaras de vigilancia de la zona para identificar a los homicidas y determinar el móvil del crimen.
La madrugada de ayer, vecinos de la Colonia El Mirador en el perímetro de la Delegación Iztapalapa, fueron despertados por los estruendos de un arma de fuego; temerosa que una "bala perdida" pudiera alojarse en su cuerpo, la gente se tiró debajo de sus camas y a los pocos segundos escucharon una motoneta que se alejaba del lugar, dejando tirado en medio de un charco de sangre el cuerpo de un hombre de 29 años de edad.
Algunas de las personas que no pudieron contener la curiosidad y otros que salieron para ver si no se trataba de algún familiar, observaron a un joven con sangre en la cabeza y uno de ellos que se encontraba consciente de la tragedia le dio aviso al área de radiocomunicación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para que enviaran a unos agentes azules a resguardar la zona.
Rápidos y furiosos llegaron en dos patrullas los "tecolotes" y mientras que unos se dispusieron a acordonar el área para evitar que los curiosos siguieran contaminando la escena del crimen, los de la otra unidad recabaron algo de información y fueron en busca de un par de sujetos que viajaban en una motoneta, ya que se aseguraba que fueron los que balearon a quien fue identificado como Luis Enrique Rosas Benítez.
Sin embargo, regresaron, como regularmente pasa, con las manos vacías, ya que no lograron ubicar a los dos individuos.
Añadió el testigo, que el joven iba tranquilo, pero de pronto se escuchó una motoneta que era conducida a velocidad alta y que al estar cerca del ahora occiso, uno de los individuos accionó en dos ocasiones el arma que llevaba en la mano, y los disparos se alojaron en la cabeza de Luis Enrique, por lo que al verlo caer ya sin vida se dieron a la fuga.
Cuando llegaron los paramédicos, solamente decretaron que ya había dejado de existir, porque los dos impactos que recibió le perforaron el cráneo y un poco de masa encefálica se asomaba por la frente.
A su llegada, el agente del ministerio público de la Delegación Iztapalapa tomó fe de los hechos e inició la averiguación previa correspondiente por el delito de homicidio.
Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) marcaron la zona en donde quedó el cuerpo del joven y localizaron dos casquillos percutidos, por lo que fueron llevados al laboratorio para analizarlos, a la vez que se someterán a un estudio los videos de las cámaras de vigilancia de la zona para identificar a los homicidas y determinar el móvil del crimen.
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