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Alvaro Velázquez, Foto: Luis A. BaRiera
CIUDAD NEZAHUALCOYOTL, Méx.- Acompañado por sus dos fieles perros y tirado debajo de un puente peatonal que utilizaba para pernoctar, así quedó "El Diablo", un presunto indigente que fue asesinado esta mañana de dos profundos piquetes en la espalda, al parecer por sus mismos compañeros del escuadrón de la muerte, luego de que, según reportes de la policía, se disputaron una botella de alcohol del 96.
Incluso, añadieron los vecinos, todavía esta mañana lo vieron cuando armaba el citado puesto y después de que terminó con su trabajo se retiró normalmente y se dirigió a la esquina de la Avenida Periférico y la calle 7, en la Colonia El Sol, lugar donde todos los días pernoctaba, debajo de un puente peatonal.
Sin embargo, agregaron los vecinos, después de algunas horas, un tanto extrañados observaron que "El Diablo" permanecía debajo del puente, tirado boca abajo y que no se movía y como regularmente, después de las 9 de la mañana ya andaba vagando por las calles en compañía de varios de los integrantes del escuadrón de la muerte, ingiriendo bebidas embriagantes, llevados por la curiosidad se acercaron para saber qué tenía y en ese momento descubrieron que al parecer había sido atacado con un arma punzocortante, pues presentaba sangre en la espalda.
Ante tal situación, agregaron los vecinos, de inmediato pidieron la intervención de una ambulancia de la Cruz Roja y posteriormente, cuando paramédicos de la benemérita institución arribaron al lugar y trataron de brindarle los primeros auxilios al presunto indigente determinaron que ya había muerto, a consecuencia de dos profundos piquetes que presentaba en la espalda, uno a la altura de las costillas del lado derecho y el otro entre los glúteos y la cadera del mismo lado.
Cabe destacar que mientras que el ministerio público arribaba para dar fe de los hechos, dos perros que siempre acompañaban al presunto indigente, como si supieran que ya había muerto, tristes y fieles a él cuidaban su cuerpo y no permitían que nadie se le acercara.
Concluidas las diligencias ministeriales y una vez que ordenó el levantamiento del cadáver, el ministerio público dio inicio a la carpeta de investigación correspondiente por el delito de homicidio contra quien resulte responsable.
Los mismos vecinos, dijeron a la policía que el ahora occiso era vecino de la Colonia Aurora y que aunque sus familiares sabían que ya se había convertido en un indigente, cada que cumplía años llegaban a buscarlo y le festejaban en grande su onomástico.
Al ser cuestionados por la policía, los vecinos señalaron que aunque desconocían quién o quiénes asesinaron a "El Diablo", revelaron que casi estaban seguros que fueron sus mismos compañeros del escuadrón de la muerte y que al parecer el crimen se dio por la disputa de una botella de alcohol del 96, pues indicaron que muchas fueron las veces que observaron que el ahora occiso y sus "compas" se enfrentaron a golpes por esta situación.
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