Alejandro Colón
Más allá del escenario difícil en algunas partes del mundo, México hace su parte modernizando su andamiaje legal, y se fortalece internamente para impulsar el crecimiento económico, aseguró el Presidente, Enrique Peña Nieto.
"Hoy contamos con nuevas condiciones que debemos aprovechar para crecer más, generar mejores empleos y elevar la calidad de vida de las familias mexicanas", sostuvo ante expresidentes de España, Chile, Perú y México, entre ellos, Ernesto Zedillo Ponce de León.
"En este reporte destaca las condiciones de acceso a financiamiento, en el que México ocupa la posición 12 entre 189 países en cuanto a la facilidad para obtener un crédito".
Otro signo favorable, señaló, es la mejora en el Indice Global de Productividad Laboral de la Economía, que elabora el INEGI, en coordinación con la Secretaría del Trabajo.
En la medición de horas trabajadas, para el segundo trimestre de este año el país fue, aunque es una mejora marginal da orientación hacia dónde vamos, de 2.2 por ciento más productivo que en el mismo periodo del 2013, destacando las actividades terciarias, cuyo avance fue -incluso superior al promedio en este sector- de 3.8 por ciento.
Con esta iniciativa, los esfuerzos emprendidos para impulsar la productividad y la competitividad tendrán mayor continuidad y carácter transexenal. El presidente Peña Nieto insistió que "el objetivo es que ésta y futuras administraciones estemos obligadas a diseñar y cumplir un programa especial para la productividad y la competitividad".
El gobierno trabaja para que México logre un crecimiento económico acelerado, sostenido y sustentable, con pleno respeto al medio ambiente y capaz de generar oportunidades para el desarrollo de la población.
Con este propósito, dijo, elevar la productividad del país es esencial, y recordó que al iniciar esta administración, el diagnóstico era claro: en los últimos 30 años el crecimiento económico del país había sido insuficiente para crear oportunidades de empleo e ingreso que merecen los mexicanos.
Este limitado desempeño, con un crecimiento anual de 2.4 por ciento en promedio, se explicaba al estancamiento y contracción de la productividad de la económica en su conjunto.
Más aún, abundó, la baja productividad era especialmente evidente en las entidades federativas menos desarrolladas, así como en diversos sectores económicos, sobre todo, en negocios de carácter informal.
Por ello, resaltó que se llegó a la conclusión de que, además de elevar la productividad, era indispensable impulsar su democratización, es decir, asegurar que en todas las regiones del país hubiese un desarrollo armonizado y que las oportunidades se abrieran para todos los mexicanos en el país.
"Y esto es parte de todo un proceso que, además de tomar tiempo, lo importante es tener claridad hacia dónde vamos y qué queremos lograr bajo esta óptica".
Dijo que a partir de ello, se tomaron tres decisiones estratégicas: se situó a la productividad en el centro de la política económica nacional, convirtiéndola en una variable primordial de largo plazo.
En este sentido, el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 incorporó la democratización de la productividad como uno de sus ejes transversales.
Esto significa que toda la administración pública federal debe contribuir a incrementar la productividad en todas las regiones, sectores económicos y grupos de población.
Segunda decisión, se formó una amplia alianza para la productividad, con base en la nueva Ley Federal de Trabajo, se estableció un Comité Nacional de Productividad, un órgano consultivo del ejecutivo federal, "la planta productiva donde se definen objetivos, metas, estrategias y prioridades en materia de productividad y empleo"
Con este mecanismo incluyente, el gobierno de la República, trabajadores, instituciones académicas, sindicatos y patrones suman esfuerzos para elevar y democratizar la productividad.
También se impulsa al sector energético, por el gran potencial que tendrá para elevar la productividad, a partir de la reciente reforma en este materia.
Además, cada una de las entidades federativas cuenta con su propia Comisión Estatal de Productividad, en las que se discuten proyectos para impulsar el desarrollo local y regional.
En la tercera decisión estratégica, se emprendió una amplia agenda de reformas transformadoras para elevar la productividad y competitividad de nuestra economía.
En esta vertiente, se impulsaron y concretaron las reformas Laboral , Financiera y Hacendaria, así como las reformas en materia de Competencia Económica, Telecomunicaciones y la Energética.
En su conjunto, estas reformas están creando condiciones propicias para incrementar la productividad, innovación y, sobre todo, el crecimiento económico
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