Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
Como este argumento no se lo "tragaron" los familiares ni la PGJDF, se dio inicio a una investigación para esclarecer el crimen, lo que dio como resultado que al analizar los videos de la tienda, se apreciaba que Angélica entró al cuarto destinado para la gente de limpieza, acompañada de Marco Antonio Ochoa Almazán, presunta pareja sentimental de la ahora occisa.
Ya en la noche, él salió apresurado del lugar, donde el personal se cambia de ropa para laborar, y se desplazó por la plaza para tratar de no ser involucrado. El 15 de noviembre todos se fueron a sus viviendas a descansar, pero al regresar encontraron el cuerpo sin vida de la joven mujer, por lo que se dio aviso a los encargados de la tienda, quienes prefirieron contratar a un médico para que extendiera un certificado con "diferente" causa de la muerte.
Como los familiares aseguraban que la mujer no falleció de un infarto y menos en su vivienda, la PGJDF ordenó que se investigara el hecho; el médico tiene una orden de localización y presentación para que declare ante la autoridad que lo requiere. Aunque el equipo jurídico de la tienda presume de tener "grandes palancas" y que no pasará nada.
Tras llevar a cabo las debidas investigaciones, se dio a conocer que Marco Antonio Ochoa fue quien mató a golpes a la mujer, luego de que sostuvieran una discusión, al parecer al estar bajo los efectos de bebidas embriagantes. Se logró su detención en calles de la Colonia El Mirador, en la Delegación Tlalpan, y fue puesto a disposición de un juez por el delito de feminicidio, por lo que alcanzaría una pena de hasta 60 años de prisión
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